Instintos

Canto de Sirenas

Caminaron largo y tendido por todos y cada uno de los pasillos del colegio Hogwarts, mientras tanto aquel vampiro desconcertado continuaba observando detenidamente las enormes paredes divididas perfectamente por los gruesos adoquines que la conformaban. Prestaba especial atención en las armaduras que cambiaban de posición cada cierto segundo mientras Hermione sonriéndole le especificaba claramente que "ellas se cansaban de la misma postura".

Pudo admirar los pinturas colocadas en forma irregular de las galerías que por la razón obvia de la magia se movían como si estuvieran vivas. El vampiro pelinegro se detenía unos minutos para apreciarlas mientras escuchaba la forma de gritar de las damiselas del siglo XIV su condición; tan solo rodaba los ojos tachándolas de "Ignorantes", asi que continuando el camino seguía apreciando los recovecos del colegio escuchando a la castaña quien le indicaba el origen de cada cosa.

Le mostraba el baño de las niñas donde una sensible fantasma llorona los recibía entre chillidos, alaridos y quejicas. "Los vampiros son malos, me quieren matar", era una de las frases que gritoneaba flotando en el aire para después sumergirse de un chapuzón a uno de los retretes provocando con esto una copiosa fuga de agua que hizo retroceder a los visitantes.

-Menuda muertita loca, creo que aun no puedo creer que exista un lugar como este, a pesar de estarlo viendo con mis propios ojos- Rodaba la mirada el pelinegro chupasangre recargándose en uno de los pilares para observar con atención los lavamanos que en forma cilíndrica se conectaban unos con otros.

-Myrtle "la llorona", tuve el placer de conocerla en segundo grado- La chica se reía un poco caminando lentamente hasta un cubículo que le traía muchos recuerdos. Acariciaba la madera de la puerta con tanta ternura prestando atención a las grietas que con el tiempo se habían formado en ella. -Ella murió a causa de un Basilísco.

-Un Basi…. Que?- Preguntaba Damon.

-Un Basilisco, una criatura mágica creada con un huevo de serpiente y magia oscura que con solo mirarlo a los ojos te provoca una muerte instantánea, pero si la ves indirectamente solo te petrifica- Ella suspiraba mientras que el chico de ojos aguamarina se acercaba lentamente a su sitio para escuchar detenidamente. -Cuando estaba en segundo grado, Voldemort pudo regresar através de su diario.

-Pero como puede ser eso posible, es decir… un grimorio?

-No, es un diario común y corriente donde escribes tus vivencias, pero él creó un Horrocrux con su imagen de diez y siete años, cabe mencionar que ese mismo es el objeto mas oscuro que pueda existir en la faz de la tierra; es decir, se puede crear dividiendo tu alma, aunque tu cuerpo se deteriore seguirá intacta- La chica hacia una pausa para girarse hacia el vampiro y desviar la mirada.

-Voldemort creo un horrocrux a través de su diario, ese mismo pasó por equivocación a manos de Ginny, la esposa de Harry mi amigo, ¿La recuerdas?-

-La pelirroja con ojos hermosos, claro que la recuerdo- El vampiro esbozaba una sonrisa pícara y la castaña le daba un golpe en el hombro. -¡Auch!, eso duele-

-Entonces déjame terminar.- El vampiro tan solo asentía conteniendo la risa.

-Cuando ella tenía el diario, Voldemort la controlaba para poder abrir la "cámara de los secretos", creada por el mismo Salazar Stlytherin, y ese lugar era el hábitat de la criatura que te acabo de mencionar- Ella suspiraba. -Muchos como yo fueron petrificados mirando al Basilisco a través del agua, de un espejo, mas no directamente… Yo incluida.

-La cosa esa te petrificó.

-Si

-Pero como es que estas viva… me refiero a ..