Un amor condenado

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Llegaron a toda prisa a la casa de los gritos sin avisar a la profesora McGonagall sobre su ausencia, no deseaban que todo aquello se les escapara de las manos y pensaban que el resolverlo por cuenta propia era el mejor camino para evitar un levantamiento masivo de aquellos que creían su gloria perdida; en este caso los mortífagos caídos. 

Se apresuraron por Hogsmeade para acortar el camino y dirigirse al lugar que nombraron como su cuartel de operaciones para encontrarse con todo desordenado; los muebles polvosos estaban rotos y los cuadros estaban rasgados de lo que seguramente fue una batalla campal. Hermione se llevaba una mano a la boca y el vampiro pelinegro trataba de reconocer por el olfato a quien probablemente pudiera haber capturado a Draco.

-Tenemos que avisar a Harry y a los demás- Explicaba la castaña pasando sus dedos por su cabello en forma desesperada.

-Creo que deben estar enterados Hermione, Silas es de los que les gusta exhibirse- Se levantaba de su lugar observando que la chica sacaba un pergamino para escribir en él lo que seguramente sería una nota de aviso para el otro equipo que estaba operando desde Grimmauld Place. Se sentó para servirse una copa de licor y comenzar a planear la siguiente jugada, pues no dejaría que la castaña tomara la iniciativa de buscar a su prometido a lo que sería una misión suicida por no decir estúpida.

-Ellos saben de la conexión que tiene Elena con Bonnie y lo más seguro es que quieran acabar ella.

-Con Bonnie?

-Si, con ella, fue lo que Silas explicaba en su carta- Terminaba de escribir la lechuza para enviarla lo más rápido posible y caminar ahora hacia el centro de lo que en algun momento fue la salita de estar para poder meditar mejor las cosas.

-Podría ser- Aseguraba Damon y la chica lo miraba en forma asesina. -Admitámoslo Hermione, nos estamos enfrentando a un hijo de puta inmortal que no se detendrá hasta obtener lo que desea.

-No tienes que ser tan crudo sabes?- Replicaba la castaña aún preocupada.

-Que quieres que te diga.. "Hey bonita no te preocupes, seguramente solo esta castigada sin ver televisión por conectar su mente con la de otra chica", si claro Hermione y las hagas confeccionan su ropa también verdad?- El pelinegro se levantaba con una mirada firme y decidida, pues ante todo debía ser realista y tener en cuenta todas y cada una de las probabilidades que pudiesen ocurrir.

-Alguien muy sabio me dijo… la esperanza es lo ultimo que muere.- Indicaba la chica mientras que el pelinegro se adelantaba a ella mirándola a los ojos con toda seguridad.

-Aveces son solo cuentos chinos Hermione- Chasqueaba sus dedos enfrente de ella. -Despierta niña.

La castaña observaba claramente que Damon estaba molesto, no podía descifrar con exactitud sus sentimientos ya que regularmente usaba ese tipo de sarcasmos y crudezas cuando se encontraba perdido. Solo trato de calmarse para evitar una riña con el vampiro y poder discernir lo que debía hacerse, asi que solo se sentaba en lo que quedaba del sofá esperando que la respuesta de Harry llegara, pues le habia enviado la lechuza hace unos minutos.

-Silas quiere la profecía no?, los Aurores no permitirán que la obtenga, asi que el hecho que Bonnie tenga que sacrificarse les valdra madres- Damon arqueaba sus expresivos ojos azules torciendo un poco sus labios. -Buscaré esa profecía aún en contra de lo que digan y se la daré.

-No haras eso Damon sabes que si la tiene en sus manos…

-Quieres a Draco de vuelta o no?- El insistía acercándose con su mirada firme y decidida haciendo que la castaña se sintiera ligeramente intimidada.

-Claro que lo quiero de regreso pero no expondría a todos de esa manera y lo sabes.

-Oh si?, entonces como piensas rescatar a tu prometido niña sabelotodo, ir tu sola a hacer que te maten?, además tu sabes que debes tenerla con tigo para ganar un poco de tiempo- El pelinegro suspiraba desviando sus ojos a otra parte para beber mas licor de su vaso. - Draco esta vivo, lo necesitan asi para que tu les entregues la esfera, quien quiera que sea que esté involucrado te conoce mas de lo que tu misma, o ¿Cómo piensas que Silas acudió a ti?.

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