Capítulo 5: Otro Amanecer (Parte 1)

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Viernes 25 de Septiembre 11:48 am.

Las horas pasan a la misma velocidad que los siglos, los vientos me congelan, las aguas se perturban, los cielos mueren y nuestra vida se agota. La niebla aún no se ha dispersado y no parece lo que vaya a hacer. Estoy escuchando todo, cierro los ojos para intentar acostumbrarme a los ruidos, pero es inútil, no encuentro más que el sonido de mí palpitar y la nada, es muy parecido al del olvido.

Aún parece ser temprano pues el sol no ha salido y yo sigo al pendiente de cada movimiento mientras mantengo firmes mis pistolas y la radio. Nuestros ojos intentaban encontrar algo entre la noche y la niebla. Los peores momentos estaban por comenzar, el sudor corría por nuestras cienes, los nervios se estimulaban y los reflejos nos hacían inservibles.

De la nada el convoy comenzó a dar una alarma, apenas audible pero tintineante, intentamos apagarlo, pero era inútil, era una especie de alarma que le informaba al cuerpo militar nuestra ubicación en caso de no poder ver.

A lo lejos repiqueteaban motores, gente gritando y disparos no muy lejos de ahí, la niebla caía sobre nosotros y temíamos que el ruido atrajera a Infectados o Evolucionados, si es que logró escapar alguno.

Entonces recuerdo que Alexander golpeó el convoy maldiciendo y nos hizo señas para escondernos. Michelle escaló un árbol y se escondió entre sus ramas. Merlino vino conmigo pecho tierra entre arbustos y él se sumergió al lago, se escondió bajo el agua justo cuando llegaron tres convoyes militares. Bajaron dos personas de cada convoy, hombres armados con sangre en sus ropas y parecían agitados.

Comenzaron a investigar la zona, veían el suelo buscando pisadas, no ocultamos nuestro rastro y no tardaron mucho en encontramos a Merlina y a mí. Michelle apuntaba desde las alturas, Alexander comenzó a asomarse y nosotras apuntábamos desde las sombras. Merlina se veía dudosa de querer disparar, contenía sus lágrimas y entre cerraba los ojos, estaba muerta del miedo y yo tenía que ser fuerte por las dos.

Todos los soldados gritaron "las encontré" y se dirigían a nosotras mientras los del convoy esperaban; mi corazón latía a ritmos acelerados, esperando el momento apropiado para disparar.

Cada vez más lento, más lento, casi ni lo notaba, el sudor bajaba por mi frente y mi saliva pasaba constantemente por mi garganta seca; más cerca, más cerca, podían ver nuestros rostros, más lento, más cerca y entonces Michelle les disparó; tiros certeros y centrados. Había mejorado mucho su habilidad con las armas, las balas entraron por el cuello sin tocar los chalecos o los cascos, era increíble.

Ella saltó hacia adelante, se apoyó con un pie en un árbol y con esa fuerza envistió a un soldado para usarlo como escudo. Merlina y yo salimos. De inmediato fue a cubrirse detrás del auto e intentaba disparar, pero la fuerza del retroceso era demasiado para sus suaves manos. Disparaba y aunque pudo darle a un soldado que estaba enfrente de ella desperdició muchas balas, incluso algunas pasaron enfrente de mí.

Yo tenía que controlar la situación, yo estaría así si no fuera por la insistencia de Dante y la destreza de Lemuel; no les fallaré otra vez. Disparé a los soldados que habían perdido nuestra atención por fijarse en Michelle.

Alexander salió del agua empapado, movía los brazos para lanzar agua y lodo a la cara de los soldados y disparaba con su escopeta que tiró antes de entrar al agua. Los cuerpos volaban y explotaban en el espacio. Merlina pensó rápido y tomó otro convoy y se puso al volante, Michelle lanzó su granada de humo y todos subimos mientras la lluvia de golpes y disparos hacia su entrada.

Diarios de Guerra I :  Sobrevivir © [Completa, Re-Editanto] Gracias JeffsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora