E l b r o t e.
Martes 25 de febrero 3:30 pm
'Hola amigo'
Supongo que eso está bien, el lápiz gira entre mis dedos mientras observo la línea escueta que acabo de escribir.
'Hola, soy Elizabeth Mercer'.
Últimamente he tenido mucho tiempo libre y mi novio, Dante, creyó que era bueno que me distrajera un poco; sinceramente me parece absurdo. Jamás había escrito un diario así que supongo que debería comenzar con...
'Querido diario... supongo que escribiré después'.
Martes 25 de febrero 9:02 pm.
'Ok diario, supongo que debemos comenzar con esto. Soy Elizabeth Mercer y soy enfermera. Esta semana me tocó apoyar al doctor Dante Lembart, el mismo chico que me recomendó comenzar a escribirte y mi novio. Últimamente hemos estado muy ocupados recibiendo nuevos casos de lo que llamaron neumonía oxida y eso no me ha dejado dormir. Mi labor es apoyar en su recuperación y tratamiento, sin embargo los casos poco a poco han ido en aumento y nos hemos visto en la necesidad de doblar turno. No es como que no esté acostumbrada a ello, es solo que el riesgo de contagio es, ya sabes, constante y de tan solo ver a las personas que a diario entran por esas puertas, me hiela la sangre'.
Pienso en el último paciente que tuve. Un hombre de 45 el cual había tenido un colapso respiratorio: la sangre que brotaba de sus pulmones era tanta que obstruyó herméticamente las vías respiratorias. Murió antes de ingresar a la ambulancia.
Me obligo a recordar los síntomas del paciente: fiebre, tos son secreciones sanguinolentas, mucosidad marrón, pérdida del apetito, dolor de pecho, diarrea marrón, vomito, inflamación de vías respiratorias, fatiga, dolor de cabeza, dolor en huesos y articulaciones; suelen ser los más comunes, aunque hay casos en los que se presenta con sangrado en oídos y encías.
'Sin duda, es algo que jamás había visto en vida profesional. Si esto continua creo que en un par de meses tendremos que usar el estacionamiento para canalizar a las personas que esperan para ser atendidas. Nuestro equipo médico, dirigido por el director Rodríguez es movido constantemente de hospital pues en las ciudades vecinas los brotes han incrementado y, entre otras cosas, algunos colegas están renunciando. No los culpo, yo estuve tentada en hacerlo en más de una ocasión, pero Dante me convenció de no hacerlo.
Aún recuerdo cuando lo conocí. Yo comenzaba mi año de servicio y me tocó apoyarlo en una diálisis. Recuerdo que justo antes de empezar él me dirigió unas palabras acompañadas con una mirada de ojos verdes reconfortante, cálida y llena de seguridad.'
—Oye... —su voz viene a mi memoria—, creo que tienes algo de fiebre.
—N-no. Es solo que es mi primera vez, doctor —le contesté.
—Ya veo —sonrió—, es normal. Alexander, ¿recuerdas cómo me puse mi primera vez? —río al dirigirse al doctor a su derecha.
—Estabas así, mira —sacudía sus manos frenéticas mientras procedían a la desinfección—, temblabas más que chihuahua en celo.
—Ay cállate. ¿Quién se vomito en su primer parto? Ah verdad, pobre Sussy tuvo que limpiar los camarones de ese día.
—Solo fue una vez. ¡Una vez! —Alexander estaba colorado de la vergüenza.
—Pero tranquila —dijo cuándo se dirigió a mí—, se ve que eres más dura que nosotros. Soy Dante Lembart, mucho gusto enfermera. ¿Qué le parece si comenzamos?
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Diarios de Guerra I : Sobrevivir © [Completa, Re-Editanto] Gracias Jeffs
Science-Fiction"Querido diario, están cerca, arrastran sus pies putrefactos en coro, los escucho susurrar en la penumbra. ¿En qué momento, en qué fecha, a qué hora... la humanidad se fue al carajo?" Mi nombre es Elizabeth Mercer, fui una enfermera que se dedicó a...