Tuve un sueño extraño e intranquilo, veía el cielo rojo con nubes entre un morado oscuro y negro profundo.
Una brisa golpeó mi cara y de pronto esa brisa se convirtió en ventisca, veía la guerra desde el cielo, estaba parada en la antena de un edificio muy alto, podía sentir huracanes en mis hombros, mi melena voló libre.
Bajé la mirada, algo me llamó la atención; soy yo, huyendo, Alexander se queda atrás... está siendo devorado. Mis ojos lloraban, pero no me sentía triste, me llevé las manos a los ojos y sentí algo viscoso, un líquido negro con rayas verdes estaba saliendo de mis ojos y por alguna razón no me sorprendió, realmente no sentí nada al verlo morir, escuché claramente sus gritos de auxilio, sus plegarias.
Volteé y vi a Michelle con su cuerpo incendiado, pude notar sus huesos y articulaciones por fuera de su chamuscada piel, gritó mi nombre con furia y desesperación. Michelle se incorporaba y su piel se cayó a pedazos mientras está en llamas, ya casi no tenía cabello y de su rostro pude ver su cráneo y como su sangre se evaporaba.
De pronto empecé a sentir un gran ardor en mis piernas, empezó a romperse mi ropa y luego mi piel. De mi piel empezó a salir ese líquido viscoso pero el ardor no carcomió toda mi piel como para llegar al musculo, estaba reflejando su dolor.
Me giré y vi a Merlina, estaba amarrada a algunos aparatos, le estaban clavando jeringas, le perforaban las entrañas, la electrocutaban, le cortaban los miembros uno a uno, le inyectaban algo que no alcancé a comprender, escuché sus gritos, incluso son más fuertes que los de Alexander.
Estaba llorando a mares, su cuerpo se desangraba... la estaban abriendo. Vi cómo le sacaban los intestinos y se lo dan a las ratas, un tipo al que no pude reconocer su rostro la estaba ahorcando con su otro intestino.
Un tipo con un chaleco se estaba bajando los pantalones, su mirada lo decía todo, le excitaba verla así, le consumía el deseo de follarla, la golpeaba en el rostro sin cesar mientras que el científico que estaba ahorcándola empezó a lamerle sus mejillas.
No quise ver más pero cuando intenté girarme empecé a sentir terribles punzadas en todo mi cuerpo. De la nada se incrustaban clavos oxidados en mi piel, por todas partes, mis brazos empezaban a temblar de forma descontrolada frente a mis ojos y de inmediato se abrieron mis palmas como un ojo.
Esos ojos me observaban, eran morados con la pupila de un tigre; un horrible chirrido destruyó mis tímpanos, no podía controlar mis manos, estaban viéndome... y de pronto temblaron nuevamente, descontroladas: insectos, gusanos y arañas empezaron a salir de los ojos que se abrieron asomando unos dientes en forma de colmillos. Los insectos estaban retirando los clavos y luego se metieron; aún siento como me devoran, los siento caminar por mi cuerpo, siento sus delgadas patas en mi piel mordiendo todo.
Me comían y yo no hacía nada más que observar, no podía gritar, no podía moverme hasta que por fin pude zafarme de la correa invisible.
Me volví a voltear y encontré a mi madre, estaba con mis hermanos, huían de algo. Ella ya esta vieja, no podía seguirles el paso a mis hermanos, miré directamente a los ojos de Wendy y pude sentir su desesperación. Joshua cargó a mi madre en un intento desesperado para poder huir.
Los Evolucionados los perseguían. Wendy tropezó estúpidamente varias veces. En una de esas los Evolucionados la alcanzaron, los cuervos revoloteaban a mi alrededor y yo solo observé a Joshua, estiró la mano intentando agarrarse de algo y un destello pulverizó a la ciudad; no pude ver nada más, ya ningún cuerpo se movía, ninguna construcción quedó en pie, solo un sonido devastador y un terremoto que hizo temblar la torre, tuve que agarrarme muy fuerte de ella para no caer.
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Diarios de Guerra I : Sobrevivir © [Completa, Re-Editanto] Gracias Jeffs
Science Fiction"Querido diario, están cerca, arrastran sus pies putrefactos en coro, los escucho susurrar en la penumbra. ¿En qué momento, en qué fecha, a qué hora... la humanidad se fue al carajo?" Mi nombre es Elizabeth Mercer, fui una enfermera que se dedicó a...