Capítulo 9: Acepto (Parte 2)

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Martes 30 de Septiembre Hora desconocida

Una terrible resaca me taladraba el cráneo, me punzaba la cabeza y por un momento vi doble; incluso los gemelos tenían otros gemelos.

La poca luz que entraba era suficiente para despertar en mí la terrible migraña que sentía. Llevé mi mano a la cabeza y me alegré que esta por fin me responda, poco a poco recuperé la movilidad casi plena de mis extremidades, aunque levantarme despertó horribles punzadas en mi espina, por el efecto secundario o porque he dormido en una posición incómoda.

-Elizabeth, Elizabeth despierta. Intenta no mostrar dolor ante los soldados, no pueden sospechar nada de ti -me dice Andoni alterado mientras me seca el sudor en mi frente.

-¡Eh!, abre maldito -gritó Michelle cuando el piloto baja del helicóptero dejándonos encerrados.

-Despierten a Dante, necesitamos estar todos juntos -ordenó Alexander mientras ayudaba a reincorporar a mi madre.

-Yo lo haré -dice Wendy, sus ojos están rojos e hinchados, parece que lloró toda la noche.

Dante parece somnoliento, se tambalea como si estuviera ebrio y se sostiene torpemente de lo que puede. ¿Cuánto tiempo lleva sin adrenalina? Según K, para que Dante sobreviviera sin comida y que los Nanobots no lo mataran fue suministrado varias veces con la adrenalina. Talvez tenga peores alucinaciones que las mías.

Quisiera ayudarlo, quisiera besarlo, quisiera estrecharlo entre mis brazos y decirle que todo saldrá bien... pero ya me cansé de mentir, nada saldrá bien.

Tengo que apoyarme en el hombro de Merlina para poder mantener el equilibrio. Merlina me vuelve a colocar el casco y Dante hace lo mismo, "somos Black Leber" tengo que repetirlo varias veces para creérmelo.

Siento que las vendas se han pegado a mi piel, la sangre se ha secado y dolerá mucho quitármelas; tengo que aguantar hasta llegar a un hospital.

A nuestras espaldas los soldados parecen molestos, claro que lo están. Los miro por los cristales y hacen señas para ordenar que abran la puerta y súbitamente lo hacen.

-¡Todos fuera! -gritó una voz femenina y un brazo comenzó a jalarnos fuera del helicóptero-. ¡¿Qué tenemos aquí, soldado?! -preguntó quién parece ser la jefa.

-Civiles, señor, fueron rescatados por dos de nuestros soldados antes del bombardeo -el piloto nos miraba con suspicacia mientras pronunciaba estas palabras-. Fue una masacre.

-Yo determinaré eso soldado, descanse -dio un paso hacia nosotros-. ¡Repórtese!

La mujer se quitó el casco dejando a relucir una cara larga, nariz aguileña y los pómulos caídos. Parece ser vieja pero su mirada está llena de vida, tiene los ojos negros y su cabello es rojo cobrizo, aunque se pueden distinguir algunas canas tras esa melena roja.

-¡Dije repórtese! Solado -agregó impaciente frunciendo los labios.

-Anthony Barnz, científico de la base 43 beta, señor -alzó la voz Anthony a mis espaldas y se coloca por delante, le tiemblan las piernas, pero intenta aparentarlo.

-¿43 beta? -sonrió al pronunciar esas palabras-. Entiendo... soldado, lleve a nuestros invitados, pónganlos cómodos -sus palabras salían como veneno de su boca.

-¡Si, señor! -se acercan varios militares de verde y nos empujan con la punta de sus armas.

Empezamos a movernos y mi respiración es cortada, siento un hormigueo a la mitad del cuerpo y el sudor de mis manos es tal que tengo que limpiarlas constantemente en mi pantalón.

Diarios de Guerra I :  Sobrevivir © [Completa, Re-Editanto] Gracias JeffsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora