Capítulo 1 El brote (Parte 3)

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La noche nos cubre con su manto, cuidando cada milla que recorremos en la profunda oscuridad. Una escuadra nos transporta por delante y por detrás, aunque no estoy completamente segura, ya que vamos con los faros apagados y la luna se ha ocultado tras las nubes. De verdad están ansiosos por comenzar, ¿verdad? Mordisqueo mis uñas, una mala costumbre que tengo cuando paso mucho tiempo sin hacer nada. Rozo con la yema de mis dedos el cuaderno que uso por diario, su textura de piel color rojizo me hace sentir un poco de calma, aunque no creo que sea algo sensato ponerme a escribir frente a los simios armados.

El rumor del motor es casi inaudible, apostaría a que vamos sobre un híbrido, pero con lo avanzados que son los coches ahora, mas es mi sorpresa al descubrir que tenemos chofer, y no un piloto automático. En fin, se vale soñar.

—V-7 adelante. K-3m, espere su respuesta —una voz robótica rompe el silencio.

Veo como los hombros de los soldados se tensan, como una orden en automático. Incluso yo misma me enderezo, sujetando el bolígrafo con tanta fuerza que parece que lo he roto. El ambiente tranquilo de la noche se ha vuelto uno silenciosamente hostil, el sudor de mi frente baja por mis pómulos. Tengo miedo y no se realmente por qué.

—Red Lizerd a Red Sparrow, confirmen objetivo, cambio —vuelve a hablar la voz robótica.

—Negativo, Red Lizerd, nada por los aires, cambio —respondió otra voz entre estática.

—Confirmado. A todas las unidades terrestres, esperen instrucciones, fuera.

Escuche como los soldados quitan los seguros de sus armas y me arremango contra el asiento. La fantasía de ser asesinada en el asiento trasero se vuelve real, Alexander parece también notarlo, preparado para saltar en cualquier momento.

—K-7 y K-14 abatidos en trayecto. Enviamos recolect...

Todo a mi alrededor da vueltas, intento enfocar algo, pero un dolor punzante me hace llevarme las manos a la cabeza. Sangre, estoy sangrando por mi costado izquierdo, aunque no parece ser grave. Hago una inspección rápida de mi cuerpo, todo en su lugar, todo tiene sensibilidad. Alexander me grita algo que no logro escuchar.

Desabrocho mi cinturón y a tropiezos logro salir de la camioneta, escucho disparos a lo lejos, pero yo soy incapaz de poder levantarme. El pavimento es húmedo y frio. Solo puedo observar destellos aleatorios y gritos distantes como si estuviera sumergida, tengo una contusión, eso es seguro.

—Vamos Eli levántate, tenemos que salir de aquí —escucho a Alexander, pero la oscuridad es tan profunda que no logro ver nada.

Una mano me toma del brazo y yo me aferro a ella con las pocas fuerzas que vienen a mí. Me incorporo, sin embargo, la mano no me suelta, se aferra a mi con mas fuerza y de inmediato forcejeo contra este sujeto que apenas logro vislumbrar.

—¡Suéltame! —grito y pataleo con toda la fuerza que tengo.

Esta persona se abalanza sobre mi con un abrazo de oso. No puedo mas que agacharme buscando golpear sus genitales en un último intento por zafarme.

—¡Suéltame ya, hijo de puta!

Y entonces, escucho como el cuerpo del sujeto es atravesado por una ráfaga de balas que se incrustan con un sonido sanguinolento. Su sangre me cubre y yo caigo de espaldas llevándome el cuerpo inerte por el costado.

Los disparos siguen, y yo tomo toda la distancia que puedo de este sujeto. Respiro, agitada intentando reincorporarme. ¿Pero qué mierda? Los disparos vuelan muy cerca de mi y tengo que volver a recostarme en el piso intentando encontrar algo con lo que cubrirme. Intento enfocar algo, pero el sonido de las balas, los gritos de los soldados y el tambor en mis oídos me impiden concentrarme.

Diarios de Guerra I :  Sobrevivir © [Completa, Re-Editanto] Gracias JeffsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora