Me sentia especial, diferente, no podía dejar de tener esta sonrisa en mi cara; desde ayer en la noche todo había cambiado y estaba demasiado feliz. No quería que pasara el tiempo sino que se congelara este momento para siempre, todo había sido tan especial; nunca habían hecho algo parecido, en mi relación anterior me lo habían pedido en medio de una fiesta, no se comparaba en nada a todo lo que había hecho James para mi, aun me seguía reprochando el no haberme dado cuenta de algo, si estuvimos siempre juntos cuidado a los niños.
Después de haberme pedido que fuera su novia nos habíamos ido hacia la fogata, combinaba a la perfección con la gran luna que había aparecido, añadiendo el lago que estaba justo enfrente. No nos separábamos, estábamos envueltos en la cobija color azul que había cargado cuando llegamos en la mañana. No podia pedir más, estaba demasiado emocionada, sentía que no podia quedarme quieta, eso sin agregar que desde ahora que eramos novios tenía una mayor necesidad de tenerlo a mi lado y no separarnos para besarnos hasta que nos cansáramos o que perdiéramos nuestros labios de tanta fricción, me estaba poniendo mal y solamente teníamos unas horas.
(...)
A la mañana siguiente me había levantado temprano, pues quería hacerle una sorpresa a James ya que lo tenía en el cuarto de al lado. Bajé casi corriendo a la cocina con solamente mi pequeño short y blusa de tirantes acompañados de un suerte largo, pues así no tenía que vestirme y tardar más de la cuenta. Una vez en la cocina, coloqué todo lo que necesitaba para hacer unos hot cakes, me sabía a la perfección la receta, aunque solamente se ocupara la harina preparada, huevos y leche; era demasiado fácil, todo lo contrario a cuando hacia bolos, tenía su toque especial ya que dependia del sabor. Luego de 20 min. por fin terminé de hacerlos todos, había hecho más para robarle uno que otro; los coloqué en un plato de cristal sobre una charola de madera que me había encontrado dentro de una puerta, por un lado añadí una taza blanca con café, salí corriendo hacia el patio que había pues no podía faltar la rosa y ahora si, estaba lista para subir y darle esta pequeña sorpresa.
Subí las escaleras y entré al cuarto como si el mio se tratara, una vez dentro encontré a James completamente dormido, segundo paso de mi plan cumplido, coloqué la charola sobre la cama con cuidado de que no se cayera cuando se fuera a mover. Me moví hacia un costado de esta para quedar ahora justo al lado de él, me gaché con suma delicadeza pues no quería despertarlo y que se espantase, coloqué un delicado y casto beso sobre la mejilla que tenía expuesta, pues tenía las cobijas muy arriba; me separé al escuchar que hacia un quejido a la vez que se movia quedando boca arriba, lo cual hizo que llegara una idea, me agaché de nuevo y esta vez coloqué con suma delicadeza mis labios sobre los suyos, al principio no me seguía en absoluto hasta en los movimientos siguientes percibí que movia sus labios con suma facilidad y coordinación con los mios, así que había despertado, causando en mi el incrementar los movimientos, así lo hice sintiendo como su lengua se abria espacio en mi interior, pues esos besos hacían que abriera mi boca para tomarlo por completo, no quería que algo pasara desapercibido.
-Buenos días -le dediqué una gran sonrisa.
-Buenos días hermosa -se levantó dirigiéndose de nuevo a mi boca atrapando de inmediato mis labios para así hacerlos suyos, no había mejor sensación que estar así, unidos; el beso se intensificó porque James colocaba sus manos sobre mis mejillas para profundizar, al mismo tiempo me fui agachando hacia él y con esto subiéndome en la cama, unos movimientos más por parte de ambos y me encontraba sobre el cuerpo de James, coloqué mis manos sobre su pecho desnudo para no caerme y arruinar nuestro momento; al llegar a este punto, no sé en que momento todo se hizo mucho más intenso, en la habitación se escuchaba solamente nuestra respiración agitada y el roce de nuestros labios. Y fue en ese momento que recordé que no estábamos solos, me separé un poco pero se notaba que ninguno de los dos quería hacerlo, al intentarlo James tomó mi labio inferior entre los suyos, para jalarlo.
-Kayla -pude pronunciar por fin, una vez que había logrado separarnos.
-¿Qué tiene?, está dormida -terminó de decir para atraerme de nuevo hacia sus labios. No quería separarme de él pero tenía que hacer un esfuerzo.
-Te he traído una sorpresa -señalé hacia abajo y James me miró con sus ojos llenos de picardía a la vez que me dedicaba una media sonrisa, que en un segundo me ponía- no pongas esa cara, que no es nada pervertido -le di un golpe en su pecho, sujetó mi mano y se la llevó hacia su boca colocando un beso.
-Que mal, me había ilusionado. Pero aún así quiero saber que es -me giré sobre su cuerpo para dejar libre su vista y que viera su sorpresa.
-¡Sorpresa!
-Se ve delicioso -me dijo a la vez que se levantaba sobre sus brazos para alcanzarme y depositar un cálido beso sobre mi frente y luego acercarse la charola- pero que bonito detalle -sujetó la rosa- me hace sentir especial -pestañeó haciéndose pasar por chica.
-Ya, no te burles. Quería que mi detalle estuviera completo.
-Nunca me reiría de algo tan serio -llevó su mano hacia el peño en señal de ofensa- así que te regalo esta rosa -extendió ésta hacia mi- imagina que es la primera de muchas que te daré, cuenta como nuestro primer día de novios- con solo eso hizo que el color subiera a mi; la tomé entre mis manos.
-Gracias, aunque en realidad sería nuestro segundo día.
-Puede ser -dijo no muy convencido- así que al rato conseguiré una para ti.
-Shh James, haces mucho ruido -se giró Kayla sobre su cuerpo a la vez que yo me ocultaba del lado derecho del cuerpo de James junto con las cobijas que tenía en la cama para que no se diera cuenta de que estaba aquí; como ya no escuché ruido alguno decidí destaparme y sobre mis codos levantarme un poco para tener vista de la situación.
-Con que escondiéndose señorita -me reprochó James acercándome más hacia él con el brazo que había colocado sobre mi espalda baja, sin dejarme mover o tratar de levantarme.
-No quiero dar escenas tan temprano, no con esta ropa y menos siendo nuestro primer día de novios -me sonrojé al decir lo último.
-Tu te ves hermosa con lo que sea que traigas puesto -miraba hacia mis ojos para después descender hacia mi boca, ese simple acto causaba en mi grandes sensaciones las cuales me nublaban cualquier pensamiento cuerdo que pudiera tener en ese momento; pegó sus labios a los mios con un movimiento delicado- no se que me haz hecho, pero no puedo separarme de ti ni de estos -rozó con su pulgar mis labios, acto seguido abrí un poco mi boca, si seguía así podrían ocurrir algunas otras cosas- pero debo contenerme porque si por mi fuera no saldríamos de esta cama en horas o bueno, días y eso llevaría a que se enfriara mi desayuno, así que hay que comenzar a comer -se estiró hacia la charola- no solamente se ven ricos sino que también lo están y dime, ¿Cómo es que sabias que la cajeta es mi favorita?- se llevó un pedazo hacia la boca.
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Tan sólo una mirada #Wattys2018
RomanceYO NO CREÍA EN EL AMOR A PRIMERA VISTA, HASTA QUE UN DÍA LO CONOCÍ Y FUE AHÍ DONDE MI MUNDO SE PUSO DE CABEZA. ME LLAMO SARA ROSS, TENGO 19 AÑOS Y ESTA ES MI HISTORIA DE CÓMO CON TAN SÓLO UNA MIRADA PUEDE CAMBIARLO TODO. NADIE PODRÍA PENSAR QUE AL...