Naruto / Un chico al mundo de Naruto

Epílogo: Akatsuki

La luz del sol traspasaba las ventanas, señal de que iba a ser un día soleado, la chica pelirroja se estira en su cama mientras bosteza, luego quita las sabanas que tiene encima y se levanta, mira al lado de su cama como todos los días esa mesita de noche que compro hace 1 año, tenía 2 fotos muy preciadas para ella.

La primera foto esta enmarcada y no paso hace mucho tiempo, son Anko y Karin sonriendo a la cámara, una foto muy bonita si se le puede decir, ese día Anko persuadió a Karin de alguna forma para que se tomara el día libre de su entrenamiento, acepto a regañadientes pero al final se divirtió mucho con ella.

La otra foto es más antigua, tiene 2 años de antigüedad, son un grupo de 4 personas, una rubia de grandes proporciones y la actual Hokage de Konoha, Senju Tsunade, a la cual considera como una madre por toda la ayuda que le brinda en sus entrenamientos, a su costado se encuentra Shizune, su compañera y amiga, sosteniendo a su cerdito Tonton.

La otra persona es Karin, llevaba la sonrisa más radiante mientras tomaba de la mano a la última persona, él es...

Anko: ¡Karin! Prepara el almuerzo, ya tengo que irme.

Karin: Ya voy

Karin sale de su cuarto, habían pasado 2 años desde el incidente, ahora en la casa solo vivian dos personas.

Anko: ¡Debes despertarte más temprano!

Karin: Mira quien habla... hace apenas un minuto que te despiertas.

Karin se dirige a la cocina, comienza a preparar un plato muy rico para ella, un Ramen, cuando sale de la cocina, le entrega el plato a Anko.

Anko: ¿Tanto te gusta el Ramen?

Karin: ¿Tanto te gustan los dangos?

Anko: Me ganaste.

Ambas ríen un poco, luego comienzan a comer mientras hablan sobre muchas cosas, finalmente Karin termina de comer.

Anko: (Cuando se trata de Ramen nadie te gana).

Karin: Acabe la comida, hoy día te toca limpiar los platos a ti.

Anko: Lo sé, anda tranquila.

Karin se dirige a su cuarto, toma una ropas de su armario y se viste mientras se observa en el espejo, sus brazos están vendados para cubrir los daños de su entrenamiento, no le toma importancia y se cambia de ropa, agarra la espada que esta a un lado de su mesita, al poco tiempo ya esta bajando, Anko se encontraba esperándola en las escaleras

Anko: ¿Como es que tu cabello es lacio por un lado y por el otro tiene puntas?

Karin no respondió mientras se dirigía a la puerta, Anko llevaba un sonrisa en el rostro.

Karin: Me voy, cuídate.

Karin abría la puerta y se despedía con su mano, pero antes de salir, Anko dice algunas palabras.

Anko: No te sobre-esfuerces...

Karin se detiene un momento en la puerta, habla casi en un susurro.

Karin: Sabes... que no puedo hacer eso...

Karin cierra la puerta, debe de seguir entrenando.

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La chica pelirroja observa el cielo azul, es una mañana agradable, debe ir hasta la torre de la Hokage, camina un poco más despacio al ver el parque donde varios niños juegan, sin embargo, no paso mucho tiempo hasta que regreso a caminar a una velocidad normal

Sigue caminando y observa los campos enormes, es el campo de entrenamiento donde sus compañeros entrenan.

Al parecer se levantaron temprano esta vez, porque están entrenando juntos con sus senseis, están muy concentrados, por lo que no notan la presencia de Karin.