°Capítulo 21°

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Eran las tres de la madrugada y yo no conseguía tener sueño. Apenas cerraba mis ojos, imaginaba a Jungkook tocando mis labios con los suyos, había sido maravilloso. Me preguntaba el por qué de esta reacción, Kook no era para nada mi tipo, aunque eso mismo decía de Jimin y ahora me veía en esta situación.

Terminé sentándome al borde de la cama, toqué mi frente, la tenía un poco sudada y mi garganta estaba seca, necesitaba un vaso con agua.

Bajé las escaleras y de repente escuché unos sonidos extraños, no los detectaba bien, así que me agaché un poco y bajé uno que otro escalón para mirar mejor hacia la sala, de ahí provenía el ruido.

Mi corazón empezó a latir fuerte y mi boca se abrió formando un círculo muy grande, ¿Qué estaba viendo? ¿Jungkook se estaba tocando? ¿En casa de Hope? No lo podía creer en verdad.

Estaba sentado en el sofá, tenía el pantalón a la mitad de las piernas junto con su bóxer, su cabeza estaba completamente hacia atrás, sus labios estaban entreabiertos produciendo suspiros largos acompañados de gruñidos, una de sus manos reposaba en su cuello mientras la otra subía y bajaba con gran velocidad por todo su miembro.

Estaba atónita. Primero porque nunca había visto una escena así, segundo porque se veía jodidamente sensual y el tamaño de su hombría era descomunal y tercero porque ver lo que estaba pasando me ponía caliente.

Durante un minuto, no me moví de donde estaba, mis ojos no podían apartar la vista de esa imagen. Él comenzó con más velocidad, su ceño se arrugaba y sus suspiros eran más fuertes, al parecer estaba llegando a su límite.

En eso, un líquido espeso salió disparado de él junto con un gran gruñido acompañado de mi nombre, ¡Se había estado tocando en mi honor!, esto ya era demasiado. Salí corriendo escaleras arribas y me encerré de nuevo en la habitación, jamás olvidaría esa escena.

• • •

Bajé de primera cuando ví que ya era de día, miré hacia la sala y no había nadie, caminé y me sobresalté al ver a Jung en el balcón fumando un cigarro, estaba de espaldas y no logró verme, ¡Bien!.

Me adentré a la cocina y decidí preparar el desayuno. Haría Hotcakes, los favoritos de Ho Seok, jugo fresco de naranjas y cortaría algunas frutas.

Me era complejo concentrarme. Había visto a Jungkook desnudo; no solo eso, pude ver como se masturbaba y acababa diciendo mi nombre, ¿Habrá sido por el beso de anoche? Seguro lo había dejado caliente y por eso quería dormir conmigo. ¡Imbécil!, solo me quería utilizar, por eso nunca me convenció del todo.

—Oye, se te van a quemar.— giré enseguida al escuchar su voz. Estaba ahí, parado frente a mí, quedé congelada.

—¿Qué...qué?.— no lograba hablar bien, ni siquiera moverme podía

—Eso.— señaló la sartén y se cruzó de brazos. ¡Mierda, los Hotcakes!

—¡Oh sí!.— los aparté del fuego y apagué la hornilla. Tenía que mantener la calma, lo necesitaba —gracias.— pronuncié estando aún de espaldas a él, sentí como sus pasos se acercaban a mí

—No hay de qué.— susurró en mi oído y su cuerpo se pegó al mío.

Su mano se estiró y agarró un vaso vacío que ahí estaba, pude sentir su gran miembro chocar con mi trasero y eso me tensó enseguida.

—Buenos días mi enana.— esa voz me salvó, eran los novios entrando a la cocina con todo el escándalo armado

—Mm, huele bien.— dijo Rapmon poniendo su nariz cerca de la sartén

Trabajo de Verano.《Jungkook》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora