°Capítulo 34°

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Volé por las escaleras, no podía esperar por el ascensor. Al llegar abajo, lo ví detrás de la puerta por medio de las rejas, nos sonreímos de inmediato.

—Hola.— miró al suelo mientras sonreía, se veía hermoso

—Adelante.— me hice a un lado para que pasara, nos dimos un abrazo

—Si te pones a ver.— me dijo ya estando en el ascensor —nunca había venido.— reímos

—Bueno, siempre hay una primera vez.— le contesté con una sonrisa mientras salíamos del ascensor para entrar a mi casa

—Que lindos.— dijo mientras veía un retrato mío y de mis padres, se encontraba colgando en la pared de la entrada

—Son mis papás.— comenté viéndolo junto a él —lo son todo para mí.— sonreí

—Quisiera poder tener ese sentimiento.— me dolía saber que su familia era un completo desastre, ni él ni nadie se merecía algo así

—Vamos a sentarnos, ¿Te parece?.— lo agarré del brazo y me siguió hasta la sala —siéntete como en tu casa.— me dirigí a la cocina mientras él se sentaba en el sofá viendo absolutamente todo lo que estaba al rededor

—Tienes un apartamento muy acogedor.— comentó mirándome —gracias.— dijo al agarrar el vaso con agua que le estaba ofreciendo

—Es pequeño, lo sé, pero es mi espacio.— sonreí y tomé de mi agua

—Estabas hermosa hoy cuando fuiste a la librería.— mi corazón dió un saltito al escuchar eso, me ponía nerviosa

—¿Tu crees?.— levanté una de mis cejas

—No, no lo creo. Lo sé.— me mostró su sonrisa y se recostó mejor en aquel mueble

—Oye.— le dije mientras reía por su comentario —hoy me encontré con Ana.— crucé mis piernas y él me miró

—¿Ah sí? ¿Y qué te dijo?.— preguntó

—Pues.— me coloqué más cómoda en la silla donde estaba —me contó todo lo que pasó ese día, que te llamó para que fueras, lo que tuvieron ustedes...— abrió la boca para decir algo, pero enseguida lo callé —no estoy molesta si eso piensas, ni triste, ni en desacuerdo, ni nada.— relajó su expresión —solo que todo fue muy impactante para mí.— terminé y suspiré

—Para mí también lo fue.— agregó —nunca pensé en llegar a eso, jamás pensé que pudiera actuar así por una chica. Lo juro.— su expresión se veía preocupada

—¿En serio te gusto tanto así?.— pregunté enseguida, me impresionaba todo esto —es decir, ya me explicaste como había sido todo, pero, ¿Por qué yo? Solo soy... yo.— reí, la verdad aún no lo entendía

—Eres una tonta.— rió, yo no había entendido el comentario

—¿Por qué lo dices, eh?.— me crucé de brazos

—Toda mi vida he estado rodeado de chicas hermosas, con mucho dinero, que hasta me invitan a salir y yo no pago ni un solo centavo.— eso me estaba poniendo celosa —sí deseaba a una chica, la buscaba, ella caía y cuando ya la tenía a mis pies, la dejaba para buscar a otra.— que ego tan grande tenía definitivamente

—Jungkook, ¿A que punto quieres llegar?.— rodee mis ojos

—¿Estás celosa?.— rió. Lo fulminé con la mirada y luego de borrar su sonrisa, siguió —al punto que quiero llegar es que, tú haces que recuerde lo bien que se siente luchar por amor. Que no todo en la vida es fácil, que cuando a una persona le gusta otra de verdad, no hay más nada que valga.— se acercó a mí y agarró mis manos —tú hiciste que volviera a creer en el amor nena, que no todo esta perdido y que aún Dios me dió otra oportunidad para ser una mejor persona.— ¡Wow Jungkook!

Trabajo de Verano.《Jungkook》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora