°Capítulo 13°

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Esta semana había sido terrible para mí. Sino hubiera sido por Jimin que; a pesar de ser un poco asfixiante, me desconectaba del mundo con él, no sabía que hubiera hecho con mi vida.

La clientela había subido bastante y ya no tenía que abrir a las siete sino a las seis, ahora también cerrábamos a las ocho. Llegaba tarde a casa y a esa hora tenía que hacer los quehaceres, no me daba tiempo de comer, tampoco tenía un tiempo para mí, en fin, era terrible.

Era viernes por la mañana, no quería ir a trabajar, la verdad era que mi cabeza estaba a punto de estallar y estaba segura de que Jungkook se las podía arreglar sin mí.

Chim me llamó temprano y me dijo que en la noche vendría a traerme un postre para que me sintiera mejor. No habían pastillas en casa, así que me vestí sin ganas y salí a conseguir mi bendito remedio.

La farmacia no quedaba muy lejos, pero sí tenía que caminar un poco. Al llegar, había una fila de los mil demonios, no podía hacer nada, necesitaba ese calmante.

Ya había pasado un buen tiempo, cuando salí de la tienda, la calle por donde quedaba mi casa estaba cerrada debido a un choque, me tenía que ir por el camino más largo, que suerte la mía. En eso, mi celular sonó, era mi padre.

—Hola papá.— respondí tratando de que mi voz no sonara tan fea

—¿Se puede saber en dónde estás? ¿Qué haces que no estás aquí en la librería? ¿Ah? Pensé que eras más responsable, tengo que hacer todo solo ahora y no tengo tiempo.— se escuchaba bastante alterado, me había asustado un poco

—Lo siento papá, no me siento nada bien. Me duele muchísimo la cabeza, además, no estás solo, ahí está Jungkook.— él también tenía otro empleado, no debería ponerse así conmigo

—Jungkook tampoco vino, ¿Acaso se pusieron de acuerdo para no venir y dejarme todo esto aquí?.— ¿Qué? ¿Cómo que Kook tampoco había ido a trabajar?

—No, no tenía ni idea. No sabía que él no había ido, tampoco me llamó.— eso sí era extraño, Jung podría ser lo que sea, pero con este trabajo era responsable

—Pues yo no sé, ya no vengas, pero esto no se va a quedar así. Esto es serio, no estoy jugando con este trabajo.— terminó y enseguida me cortó la llamada. De verdad estaba molesto y tenía razón, debí avisar

Caminé rápido hasta mi casa, tenía que llegar y ver si podía hacer algo por mi papá. ¿Qué le habrá pasado a Kook? ¿Será que también se sintió mal?.

Hundida en mis pensamientos, sentí una discusión proveniente de una de las grandes casas que estaban en esa zona. Me paré frente a la casa donde había escuchado los gritos, quería saber lo que decían, la verdad era bastante fuerte el escándalo

—¡LÁRGATE DE AQUÍ HIJO DE PUTA!.— dijo una voz masculina que salió del interior de la casa

—¡HAZ QUE PAREN POR FAVOR. NO QUIERO PELEAS!.— era una mujer, parecía que estaba llorando mucho

—¡QUÉ TE VAYAS!.— me sobresalté y me escondí detrás de un carro, en eso, ví que la puerta de esa casa se abrió de golpe.

Un señor salió de ahí casi a patadas y el que lo había sacado era Jungkook, ¿Ese era Jungkook?.

—¡NO VUELVAS A TOCAR A MI MADRE, MALDITO!.— le decía Kook al señor que se encontraba bastante golpeado —¡TÚ ENTRA A LA CASA JIN! ¡ENTREN LOS DOS!.— ví como el chico que estaba en la puerta llevó a dentro de la casa casi cargada a la mujer que lloraba y gritaba

—¡DÉJAME EN PAZ! ME LAS VAS A PAGAR, TÚ Y LA ZORRA DE TU MADRE.— dijo el hombre para luego montarse en el auto que estaba frente al que me encontraba escondida

No sabía qué hacer, Kook comenzó a maldecir, patear y golpear todo lo que estaba a su alrededor. En eso, salió corriendo y a lo lejos, ví como se metió por un callejón, decidí seguirlo.

Cuando llegué ahí, estaba sentado en el suelo con la cabeza entre las piernas y sus manos cubrían estas, sus nudillos estaban rotos y se notaba que estaba llorando.

—¿Es...estás bien?.— de golpe subió la cabeza, me miró y enseguida volvió a la posición en la que estaba

—¿Acaso me ves bien? ¿Estoy bien? No, no lo creo.— habló estando aún en esa posición, me sentía un poco nerviosa

—Solo quería saber si lo estabas. Vi todo y...— fuí interrumpida por él de inmediato

—¿Qué haces aquí? Vete, no te entrometas.— se paró y me dió la espalda. Me había hablado muy feo, era mejor irme de ahí

—Vale, lo siento.— comencé a caminar hasta la acera cuando en eso, sentí que me agarraron del brazo y me voltearon

—Discúlpame, tu no tienes la culpa. No tengo motivos para hablarte así, solo que...— pensé que se pondría a llorar, así que no perdí tiempo y le dí un abrazo, tardó en responderme, pero al final lo hizo

Sus brazos se sentían fuertes, lágrimas caían en mi hombro y su cabeza estaba hundida en mi cuello. Yo le acariciaba el cabello mientras le decía que todo iba a estar bien, aunque con lo que había visto hace rato, lo dudaba. Se separó de mí y limpió sus lágrimas.

—¿Quieres hablar?.— pregunté tocando su cara, él simplemente asintió y nos sentamos en un banco que quedaba justo al lado de un árbol, en la misma acera.

—Ese tipo es novio de mi madre, aunque creo que ya no lo es y no lo será mientras yo siga vivo.— me contaba mirando al piso —me había quedado dormido y al despertar, me vestí rápido para ir a trabajar, cuando bajé las escaleras, el maldito estaba golpeando a mi mamá. Ella gritaba horrible, solo bajé lo más rápido que pude y lo golpee hasta que sentí las manos de Jin apartándome de él. Mi hermano es muy tranquilo, no le gusta pelear, pero yo no podía permitir eso. Fue ahí cuando lo saqué de la casa.— que horrible escena, pobre de Kook

—Lo siento, no tenía ni idea. Yo solo pasé por ahí, ni siquiera sabía que esa era tu casa.— sobaba su espalda, se veía bastante alterado

—No te preocupes. Gracias por escucharme, pocos lo hacen y pocos saben la situación que se vive en mi casa día trás día.— seguía con la cabeza gacha —en serio gracias.— me abrazó de repente, no me lo esperaba

—Tranquilo, puedes contar conmigo.— la verdad sí lo podía hacer. Era por eso que actuaba así, sufría a diario y no se lo merecía. Nos quedamos unos segundos abrazados, mi corazón se sentía acelerado

—Hueles bien.— me susurró al oído —me encanta tu aroma princesa.— fue ahí cuando mi corazón se detuvo al instante

—Eh... gracias.— me alejé de su entorno y le sonreí —¿Estás mejor?,— pregunté

—Sí, gracias a tí.— me sonrió de vuelta — me imagino que debemos ir a trabajar ¿No?.— se acomodó en el asiento, me había olvidado de eso

—No, si quieres resuelve las cosas en tu casa. Yo no fuí a trabajar porque me desperté con dolor de cabeza.— hice una mueca, aún no me sentía bien

—¿Estás bien tú?.— agarró mi mano mientras me miraba fijamente. Esa mirada de verdad me intimidaba

—Claro, ya estoy bien.— traté de mantener la calma —yo hablaré con mi papá ¿Si? No te angusties por eso.— me paré, tenía que irme ya, aparte de que el momento ya era incómodo —nos vemos luego y espero que todo se resuelva.— toqué su hombro en forma de consuelo

—Bueno, te haré caso. Cualquier cosa me escribes, tienes mi número. En serio te lo agradezco.— me dió otro abrazo y terminó dándome un beso en la mejilla

Metió sus manos en los bolsillos de sus Jeans y se fué. Me había dejado aturdida, sus suaves labios en mi mejilla, me habían dejado completamente aturdida.

Trabajo de Verano.《Jungkook》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora