No duré más de media hora allí sentada y cerré la librería para ir a casa de mis padres, no quería saber de más nada ni de más nadie.
Subí corriendo a mi antigua habitación y me acosté en mi cama a llorar. Seguía pensando en lo mismo, no sabía si me habían dolido más sus palabras crueles o el hecho de verlo haciendo lo que sea que estuviera haciendo con esa mujer, que horror.
Me había dormido un rato y al despertar, ví como mi madre me observaba muy tiernamente sentada a mi lado.
—Mami...— le dije un poco adormecida
—Hola hijita. ¿Qué haces aquí mi amor? ¿Pasó algo?.— su mirada era de preocupación, pero a la vez podía ver su ternura
—No, todo está bien.— mentí, no quería que se enterarán de nada —¿Me puedo quedar un par de días aquí? Los extraño.— le sonreí sentándome con ella
—¡Ay mi preciosa!, eso no se pregunta.— me dió un cálido abrazo —bajemos, la cena esta lista.— nos levantamos y las dos fuimos hasta la mesa del comedor
Saludé a mi padre con un gran abrazo y le dije que había estado muy cansada, habían dos personas trabajando aparte de mí y le pregunté si podía dejarme unos días libre. Al principio me puso mala cara, pero luego con mis poderes de convencimiento, logré que me dijera que sí.
Cenamos muy rico, mi mamá era la mejor cocinando en todo el mundo. También hablé bastante con mi papá, él siempre tenía los mejores consejos de vida, no sabría que hacer sin ellos.
Como buena niña consentida que era, le pedí a mi madre que me diera mi pijama favorito para dormir. Lo había dejado aquí por si en algún momento me quedaba y no tenía ropa. Era de esos de tela de algodón muy suaves y tenía dibujadas muchas sirenas de colores, no solo eso, mi preciada manta, la tenía conmigo desde que nací y era la mantita más sabrosa de todas.
Me preparé una buena taza de té y subí a mi habitación a ver un poco de televisión para distraerme del caos que había sido el día de hoy.
Ho Seok me llamó y pude contarle un poco lo sucedido, se puso furioso y no lo culpaba, Jungkook había sido un completo idiota. Jimin también me llamó y hablé mucho con él, en cierta forma, su voz me calmó. Necesitaba distraer mi mente.
• • •
¿Ya había dicho que mi mamá era la mejor cocinando? Pues lo repetiré, esos waffles estaban deliciosos.
—Mamá, ¿Por qué será que te amo tanto?.— me miró y se rió, mi padre se unió a su risa
—¿Será porque soy tu madre?.— tomó un sorbo de su café
—Espero que cuando sea madre, tenga tus habilidades culinarias.— metí un gran bocado de comida a mi boca mientras ella sobaba mi cabello con delicadeza
—Hablando de otra cosa.— agregó mi padre —ese chico, tu novio.— cerró el diario que tenía en sus manos y me miró —¿Cuándo lo vamos a conocer?.— ahora sí me había puesto nerviosa
—Verdad mi amor.— le dijo mi mamá a mi papá —¿Por qué no lo traes a cenar hoy aquí hija mía?.— ¡Wow! Este iba a ser un paso muy grande para mí
—¿Hoy?.— dije dudosa —¿Puedo?.— agregué con una sonrisa de costado
—Sería agradable.— dijo mi padre —¿No querida?.— agarró la mano de mi madre y me miró, solo asentí y seguí comiendo
Así que Jimin vendría hoy a cenar a mi casa para conocer a mis padres, que novedad. Al decirle, soltó un chillido de emoción, por supuesto aceptaría esa invitación, era un paso más en nuestra relación de apenas un mes.
Ayudé a mi mamá a hacer la cena; un delicioso pollo al horno con papas, una ensalada verde y un rico Pie de Limón, quizá ChimChim se sorprenda.
Me coloqué un jean, una blusa algo descubierta y unas sandalias. En eso, mi madre me llamó desde la cocina, Jimin había llegado, bajé y fui a abrirle. Estaba bastante guapo en realidad; traía unos pantalones negros ajustados, una musculosa negra ajustada también y unos Nike blancos. Sí, estaba muy guapo y por un segundo se me había olvidado el dolor que sentía por todo lo ocurrido ayer.
—Estas hermosa mi nena.— me miró de arriba para abajo —como siempre.— se acercó y me dió un dulce beso en los labios
—Tu también luces bien Chim.— le dije al separarme del beso
—Amo cuando me dices así.— me sonrió
—Entra, estás en tu casa.— me puse a un lado para hacerlo pasar y cerré la puerta a sus espaldas —Mamá, Jimin está aquí.— le grité a mi madre para que me pudiera escuchar
—¡Ay hija! Disculpa, estaba sacando la cena del horno.— se acercó a nosotros mientras se limpiaba las manos con un pañito que llevaba en ellas —tu debes ser Jimin.— lo miró —un placer mi amor, bienvenido.— se aproximó a mi novio y le dió un abrazo
—El placer es todo mio.— le sonrió —tiene una casa muy hermosa.— dijo mirando hacia los lados observando todo
—Pues, muchas gracias.— se escuchó la voz de mi padre acercándose a nosotros
—Papá, el es Jimin.— lo miré —mi novio.— tragué fuerte, mi padre era muy celoso
—Un gusto señor.— Jimin le extendió la mano, mi papá lo miró analizándolo y unos segundos después le respondió el saludo acompañado de una sonrisa, lo había aprobado
Mientras mi novio y mi padre hablaban muy cómodamente en el sillón de la sala, mi mamá y yo estábamos preparando todo para cenar. Pusimos la mesa y luego los llamamos para que se acercaran y se sentaran.
—Y bueno hijo.— dijo mi padre mientras se limpiaba los labios con la servilleta —cuéntame de ti.— todos volteamos a ver a Chim. Pobre, las preguntas ya habían empezado
—Bueno.— se sentó erguido —estudio con ella. — me miró —a veces trabajo con mi familia, ellos tienen una empresa de alimento. Se especializan en fideos instantáneos.— seguía hablando mientras mis padres asentían —y bueno, soy el capitán del equipo de basketball en la Universidad.— terminó y me miró mostrándome una sonrisa
—¡Vaya!.— dijo mi madre
—Está muy bien jovencito.— pronunció mi padre para luego continuar con la cena
Habíamos terminando ya, todo había quedado exquisito. Jimin se ofreció a ayudar a recoger, pero mi madre no lo permitió, como siempre. Luego de ordenar todo, mi novio y yo nos dirigimos a la terraza donde habían unos bancos y una hermosa vista.
—Tus padres me cayeron bien.— me dijo él mirando el cielo —aunque tu padre da miedo.— reí
—Él siempre es así, no le prestes atención.— continúe mi risa. En eso Jimin se acomodó, me miró de frente y tomó mis manos
—Te quería decir que estoy muy feliz de estar contigo y que si alguien te hace llorar, no dudes en decirme.— en ese momento me acordé de Jungkook. No le podía decir nada a Chim, más cuando ellos no se llevaban bien
—Tranquilo.— le regalé una sonrisa —te prometo que lo haré.—me sonrió de vuelta. En eso bajó la mirada unos segundos y volvió a verme
—Te amo. ¿Me amas?.— ¡Oh no! No de nuevo
ESTÁS LEYENDO
Trabajo de Verano.《Jungkook》
Fanfiction"Mi vida había tomado un giro totalmente inesperado y toda esta historia de amor, había comenzado gracias a un simple trabajo de verano". Historia Original. ✔️ Contenido Lemon. 🔞 Prohibido Copiar. ✖ Publicada: 27.12.2017 Terminada: 06.03.2018 #1 en...