°Capítulo 45°

3.3K 241 119
                                    

Gracias a Kook sabía que su hermano era chef, pero no tenía ni idea de que fuera en este lugar tan hermoso y extremadamente lujoso, que orgullo.

Nos saludamos con un caluroso abrazo y nos llevó al salón privado que quedaba en la terraza. Una linda mesa para dos se encontraba puesta frente a la hermosa vista que daba hacia la ciudad.

—No sabía que esto era tuyo.— le comenté a Jin mientras Jung acomodaba la silla en donde me iba a sentar

—No es mio exactamente, sólo que yo mando en la cocina y soy muy amigo del dueño.— respondió él con una sonrisa

—Mi hermanito es el mejor.— agregó Kook riendo

—Los dejo entonces.— Jin nos dedicó una sonrisa —cualquier cosa, me dicen y vengo enseguida.— terminó y giró sobre sus talones para luego retirarse

—Esto es hermoso, no sabía que el trabajaba en un lugar así y tampoco imaginé que me traerías para acá. Me hubiera vestido mejor.— miré hacia los lados observando a las demás personas que se notaba que habían durado rato arreglándose

—Eso no importa. Quería que conocieras el lugar.— dijo —y sobre la ropa, ¡Por favor! Ya te he dicho que siempre estas hermosa.— agarró mi mano y me miró tiernamente

La comida era exquisita, sería capaz de venir cada día y no parar de comer jamás. Pedimos una pasta de mariscos que sinceramente era la mejor que había probado en toda mi vida, un mouse de chocolate que de verdad podía tranquilamente casarme con él y ni hablar del vino, ¡Maravilloso!.

Me era casi imposible reconocer a este nuevo Jungkook. Siempre veía en él esa imagen que tenía de chico malo, rebelde, bueno para nada, insolente y sobre todo irritante. Verlo de esta manera tan divertida, cariñosa, tierna y agradable era como probar un limón y que este supiera dulce.

—Si como otra cosa más, creo que explotaré.— comenté recostándome de la silla y tocando mi estomago que se encontraba muy lleno

—Puedes pedir lo que quieras, todo va por la cuenta del chef.— ambos reímos, nos estábamos aprovechando de Jin

—Cuando nos vayamos, lo buscaré y le daré un beso de felicitaciones. Amé esta cena, gracias.— me incliné hacia adelante y le robé un pequeño beso

—No lo agradezcas nena.— sonrió —por cierto, ¿Qué paso con la librería?.— se acomodó de nuevo en su asiento

—Ya se vendió, pero parece que la persona que la compró la abandonó.— me sentía demasiado triste al hablar sobre eso

—Eso esta muy mal, me gustaba ir para allá y Jin tenía pensado comprar alguno libros de cocina.— su expresión era triste también

—Si, pero por ahora no queda de otra.— encogí mis hombros

—No importa, en algún momento se recuperará.— sonrió —hablando de otra cosa, no solo vinimos a comer, vine a decirte algo importante también.— enseguida arrimó su silla y la acercó a la mía para así quedar más cerca de mi

—Espero que no sea algo malo.— hablé riendo

—Quiero que sepas que siento mucho haberte llamado zorra y esas cosas, me pasé.— bajó la mirada, eso si que me había dolido —no lo pensé, solo se me salió, pero no lo haré más, lo juro.— juntó sus dedos en forma de promesa para luego sonreírme —también te quería decir que sé que no estábamos en una situación fácil y que por ahora tenemos que estar juntos en secreto, que por cierto lo odio.— apretó su mandíbula levemente

—No te preocupes, saldremos de esto.— lo tranquilicé un poco, yo sabía que en algún momento iba a poder a estar con él de la forma correcta

Trabajo de Verano.《Jungkook》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora