°Capítulo 46°

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—Dime que está bien por favor.— rezaba por eso, Tae pudo haber hecho lo que sea, pero yo de todos modos aún lo quería

El solo rió y enseguida una voz femenina nos interrumpió haciendo que volteáramos a ver de quién se trataba.

—Jimin querido, ¿No nos vas a presentar a tu novia?.— era la voz de una señora de edad avanzada, muy elegante y con una hermosa sonrisa. Venía acompañada de otras señoras y varios señores también

—Oh si.— pronunció él emocionado —abuela, abuelo, tios, ella es mi preciosa novia a la que amo muchísimo.— agarró mi mano y le dio un sonoro beso, ¿Cómo podía ser tan cínico?

—Un enorme placer conocerlos a todos.— sonreí. Todo comenzaron a saludarme con cariño

—Eres tan linda.— dijo una de ellas

—Que buenos gustos mi muchacho.— uno de los hombres golpeo levemente la espalda de Jimin haciendo que todos sonrieran con gusto

—Lo sé, tengo muchísima suerte.— Chim se volteó hacia mi y rodeó mi espalda con su brazo, solo quería irme de allí y jamás regresar

Fue la noche más torturante de toda mi vida. Tenía que disimular que tenía la mejor relación del mundo y la verdad es que lo odiaba con toda mi alma, su familia era un amor, lo tenía que admitir, ¿Cómo alguien como Park Jimin podía ser parte de una familia como esa? No lo lograba entender, no lograba entender el grado de maldad de su mente.

La cena fue espectacular, las risas, la conversación y yo aún tenía presente en mi a Taehyung. Estaba nerviosa por él, demasiado preocupada, tenía que saber como se encontraba y Jimin por nada en el mundo quería decirme que le había hecho.

Su familia insistió en que nos quedáramos, pero por obra y gracia del espíritu santo, mis padres tenían trabajo al día siguiente así que con una gran sonrisa en el rostro me fui, a diferencia de ellos que querían seguir allá.

Apenas llegué a mi casa le mandé un mensaje a V. No me importaba la hora, quería saber si estaba bien o si al menos estaba vivo, eso era lo que temía porque por lo que he visto de Jimin, era capaz de lo que sea. Pasó una hora, dos, tres y estaba que me arrancaba los cabellos, pero de repente sonó mi celular y al ver que se trataba de él, todos los colores de mi piel volvieron a su estado natural.

Quedamos en que nos veríamos mañana en su casa, no tenía muy claro donde vivía actualmente, pero en realidad no me importaba lo lejos, solo necesitaba verlo y así poder conversar un poco. Esa noche pude dormir tranquila, solo espero que todo se encuentre en orden.

A la mañana siguiente, le tonifiqué a mi novio que iría a visitar a Ana ya que si le decía que iría a ver Taehyung, insistiría para ir conmigo o quizá ni me dejaría ir. Por supuesto que cuando decía "Novio" me refería única y exclusivamente a Jungkook ya que a Jimin no lo consideraba ni como conocido, él había arruinado cualquier tipo de relación conmigo y jamás la iba a poder recuperar.

Luego de comer y arreglarme, salí de mi casa. Sólo tuve que agarrar el tren para poder llegar hasta la suya, no quedaba tan lejos así que no duré mucho tiempo en camino. Era una residencia bastante grande con casas muy lindas, él me había dicho que la suya era la tercera así que después de entrar al lugar, pude visualizarla fácilmente.

Toqué el timbre y esperé un poco, cuando abrió la puerta, quedé sorprendida. Ahí estaba TaeTae con dos muletas y su pie derecho estaba al parecer lastimado, esto si era lo peor.

—Puedes pasar.— dijo poniéndose a un lado sin quitar la mirada del suelo

—Gracias.— entré asintiendo y sentí como cerró la puerta detrás de mi

Trabajo de Verano.《Jungkook》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora