°Capítulo 40°

3.4K 282 63
                                    

—No pensé que fuera a suceder tan rápido.— bajé la mirada. Si mis padres habían hecho eso ya, entonces era cierto lo de vender la librería

—¿Qué quieres decir con eso? ¿Es por lo del beso?.— me preguntó extrañado

—¿Te parece si vamos a algún lado? Así hablamos mejor.— le sonreí, era temprano y Hope no había llegado aún

Le mandé un mensaje de que hoy la tienda no iba a abrir, aproveché este momento para cerrarla, así podría hablar mejor con Kook y explicarle toda la situación. De seguro no iba a estar de acuerdo en nada de lo que le iba a decir.

—Dime entonces el por qué no te sorprende que me hayan despedido.— se cruzó de brazos

Jung me dijo que fuéramos a su casa, era más cómodo y podíamos tener más privacidad. Jin estaba trabajando, me enteré por Kook que era el cocinero en jefe de un importante restaurante en el centro de la ciudad, con razón su comida era tan deliciosa. Su mamá aún seguía internada en el hospital y según él, Jin iba después a visitarla, así que estábamos solo los dos.

—Tuve la cena con mis padres. Jimin y su familia estaban ahí.— me interrumpió parándose enseguida

—¿QUÉ?.— las venas de su cuello se empezaron a brotar y sus pupilas estaban dilatadas

—Espera, se pone peor.—dije y suspiró profundo —sus papás y los míos van a empezar un negocio muy importante y gracias a eso, van a vender la librería, por eso te despidieron.— terminé y Jung ya estaba caminando de aquí para allá por toda la habitación

—Pero, ¿Acaso no les dijiste que ustedes ya no estaban juntos? ¿Dejaste que eso pasara? ¿No te importa?.— decía para luego murmurar cosas que no lograba captar, de seguro eran maldiciones

—Claro que les dije Kook, pero ésto se escapa de mis manos. No me puedo meter en eso y ellos están muy felices con la situación, tengo que seguir con esto.— intentaba calmarlo, pero era inútil

—¿Con qué? A ver, ¿Con qué tienes que seguir?.— se cruzó de brazos mirándome fijamente

—Pues...— bajé la mirada —tengo que seguir de novia con Jimin.— sentí una risa sarcástica de su parte, ésto definitivamente era una tortura

—Ya entiendo.— comenzó a asentir molesto —después de todo, aún te gusta él. Está bien.— lo agarré del brazo para que me mirara ya que me había dado la espalda

—Escúchame bien.— lo miré directo a los ojos —sabes que no perdonaré a ese hombre jamás, ¿Me oyes? Jamás. No me gusta, no quiero nada con él.— se soltó de mi agarre fuerte

—¿Entonces por qué tienes que hacer esto?.— gritó

—No me queda salida Jungkook.— ahora yo gritaba

—¡SU PUTA MADRE!.— deslizó sus manos por el escritorio que allí se encontraba y lanzó al suelo todo lo que había en él haciendo que cada cosa se rompiera y que yo me asustara mucho

—Jungkook...— pronuncié acercándome a él con algo de miedo. Tenía los puños pegados a la pared al igual que su frente

—Solo quiero que te alejes de él y te quedes conmigo, solo pido eso.— habló volteándose lentamente hacia mí. Sus ojos estaban rojos y yo sentía más dolor en mi corazón

—Te diré algo, ¿Sí?.— lo tomé de los brazos —haré este sacrificio por mi familia, no estamos bien económicamente y necesitamos al parecer de la ayuda de los padres de Jimin.— él negaba lentamente mientras le comenzaban a salir algunas que otras lágrimas —solo quiero que sepas que así ahora sea difícil vernos y pasar más tiempo juntos, yo te escojo a tí Jungkook.— sobé su rostro secando sus lágrimas

Trabajo de Verano.《Jungkook》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora