°Capítulo 22°

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—Espera.— dije entre besos poniendo mis manos en el pecho de Jimin para que se alejara un poco

—¿Qué? ¿No quieres hacerlo?.— me miró fijamente, sus labios estaban más hinchados de lo normal

—Sí, si quiero.— la verdad tenía miedo, pero sería muy tonto si se lo decía —es solo que, ¿Tienes protección?.— disimulé

—¡Ay mi nena!.— me sonrió y siguió besándome

Nuestras bocas duraron años comiéndose entre ellas. Ya estábamos en ropa interior y seguíamos en un guerra de lenguas nada normal; sus besos eran húmedos, muy húmedos, necesitaba relajarme, desde que lo había hecho con Taehyung, no lo había vuelto a hacer.

Él estaba completamente desesperado, besaba mis labios, bajaba al cuello, a mis pechos, volvía a subir a mis labios, una locura. Sus pupilas estaban dilatadas, parecía como si no pudiera aguantar ni un minuto más. Yo tocaba su espalda, la tenía muy bien marcada, metía mi mano dentro de su bóxer y sus glúteos estaban bastante duros, Chim hacía mucho ejercicio.

De un momento a otro, desató mi sostén y bajó mis bragas, estaba completamente desnuda ante él y ni siquiera me había dado la oportunidad de hacerme sentir cómoda estando sin nada puesto. Se paró dejándome acostada y se quitó lo último que le quedaba en la piel, la verdad que Jimin tenía un cuerpo envidiable y por primera vez sentía un verdadero deseo hacia él, lo que hizo que mordiera mi labio inferior al verlo de arriba hasta abajo.

Se trepó sobre mí y capturó mis labios de nuevo, esta vez introdujo tres dedos en mí sin previo aviso. Tenía que admitir que me había dolido, pues estaba bastante cerrada. Seguía jugando con mis senos y yo lo agarraba del cabello; en ese momento, miré hacia arriba y un pensamiento vino a mi cabeza: "Jungkook".

Estaba teniendo sexo con mi novio, ¿Cómo puede ser posible que piense en otro hombre? Sacudí mi cabeza y traté de concentrarme en lo que estaba haciendo. ChimChim ya estaba preparado y de una embestida, me penetró por completo, lo sentí hasta muy dentro y eso hizo que un gemido saliera de mi boca.

Jimin ponía expresiones extrañas; arrugaba la frente, abría la boca, se mordía el labio con fuerza, sonreía y todo eso mientras estaba en un vaivén muy salvaje. Yo lo agarraba de los brazos, halaba la sabana y arqueaba mi espalda, se sentía bien.

Intercambiamos y ahora me tocaba a mí estar encima de él. Me movía en círculos y saltaba sobre él, agarraba mis senos mientras yo me apoyaba de sus rodillas. Estábamos sudando demasiado, a cada rato caían gotas de sudor sobre mi rostro y parecía que a él le encantaba, pues en ningún momento paró de decirme que me veía hermosa, que lo hacía excelente, que no parará y eso que Jimin era con el segundo hombre con quién me había acostado en toda mi vida.

Mis rodillas estaban dobladas, mis senos chocaban entre sí y mi cara estaba contra la almohada mientras mi novio me daba embestidas brutales agarrando mi cabello. Cerraba mis ojos, sentía que iba a llegar en cualquier momento, gemíamos demasiado. Esto ya no era hacer el amor, era tener sexo, del duro.

Me iba a correr, él aumento la velocidad y sus gruñidos cada vez se intensificaban. Tenía que gemir, ya no podía más y al hacerlo, de mis labios salió un "Kook" en un hilo de voz que gracias a Dios Jimin no consiguió escuchar.

Cubrí mi boca enseguida, esto estaba yendo muy lejos, pero no podía pensar. Sentí como el plástico que estaba dentro de mí se ponía caliente, Jimin había acabado y unos segundos después lo hice yo.

—¡Wow! Eso fue maravilloso preciosa.— me dijo Chim ya estando acostado a mi lado

—Lo mismo digo.— le sonreí. Necesitaba demostrarle que todo estaba bien

Trabajo de Verano.《Jungkook》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora