Raven
No es fácil ser un "héroe" cuando todos te ven como un villano. Se que mi vestimenta pareciera ser mas de los criminales que combatimos que los de mis aliados. Mi apariencia no ayuda y mis poderes menos... pero lo mas que complica mi presencia es el odio y temor intrínseco que siente la gente común por mi.
Cuando los defiendo de piedras y rocas que caen sobre ellos, piensan que fui yo quien provoco el derrumbe. Si atrapo a un criminal con una arma de fuego envolviéndolo con mi magia, ellos piensan que quise matarlo... sin embargo lo hago... por que es mi trabajo y trato de ayudar a los demás... pero el otro día... un enemigo llevo al limite mis emociones al tomar de rehén a una niña de 2 o 3 años poniéndole una pistola en la cabeza... la niña lloraba... la madre gritaba... yo no aguante y mi parte demonio me domino.... tome a la niña con mis poderes con fuerza y la lance por el aire mientras le rompía las manos al criminal. Afortunadamente Kori atrapo a la niña antes de que se hiciera daño pero nadie pudo hacer mucho cuando desplome un edificio sobre el criminal... lo único que recuerdo después es que desperté en la sala medica de la torre.
Al parecer me desmaye y la gente se volvió contra mi por que el edificio que derribe era de gente del trato bajo y el criminal era amigo, conocido o familiar de los habitantes de ese edificio. Intentaron atacarme pero mis compañeros me protegieron y sacaron al criminal que estaba bajo el departamento... perdió las piernas...
Ahora... ya de noche me encuentro viendo la escena que cause... veo a la gente prendiendo fuegos en el lugar orando por el maleante, quemando imágenes con mi rostro y maldiciendo a los Teen Titans... el odio y la furia contra mi son abrumadores... siento el peso del mundo en mi cabeza y deseo caer de rodillas y llorar...
- No derrames ni una sola lagrimas por esos bastardos.
Desde mi espalda pude sentir una enorme fuerza que aparto ese odio sobre mi como si fuera una pluma en un huracán. El sentimiento de protección, cariño y preocupación invadían mi cuerpo... mi guardián había llegado para consolarme.
Camino lentamente hasta colocarse a mi lado y con gran cariño, el cual soy la única en este mundo que lo ha recibido, entrelazo su mano con la mía y la apretó. Nos quedamos en silencio viendo como la gente seguía con sus gritos y demás hasta que de sus labios salieron las palabras mas increíbles que yo jamas hubiera escuchado.
- Di la palabra, amada. Y pondre las cabezas de todos esos bastardos malagradecidos bajos tus pies.
Vi su mano sobre su Katana y luego sus ojos... nunca en mi vida había sentido semejante sinceridad ante un acto tan atroz... pero estaría mintiendo si no sentí como mi corazón y mi estomago se volcaron en ese momento. Quise hablar pero un nudo en mi garganta se había formado y tarde unos segundos en responder sin poder evitar mostrarme emocionada.
- Y-yo... Yo no... y-yo no quiero eso...
- ........
- Est-to es...
- Si me dices que eres culpable de algo en esto Rachel. Te juro que matare a todos estos animales marginales .
Me quede callada mirando al suelo mientras el seguía mirando a la turba bajo nosotros.
- D-damian
- Te prohíbo sentirte culpable por lo que paso.
Me ordeno... lo mire molesta y él hizo lo mismo. Se quito su capucha y luego retiro la mía, tomo mis mejillas y me beso con nuestros rostros aun molestos. Sin embargo no me resistí y me aferre a sus manos que me tenían atrapada.
- No me puedes ordenar.
- Si puedo... eres mía...
- No soy una cosa, Damian.
- No. Eres mi mujer y lo quieras o no te voy a proteger aun cuando signifique darte ordenes.
- No soy tu mujer... no todavía...
- Lo eres desde el día en que juntaste tus labios con los míos... eres mía... y no pienso permitir que una turba de malnacidos te haga daño.
- Esas son las vidas que salvamos cada día.
- Y están tratando de lastimar la vida que mas me importa... ¿crees que nos los sacrificaría?
- No quiero que mates a nadie Damian... no por mi...
- ... ... Tu no tienes idea...... de lo que soy capaz de hacer por ti mujer....
Me dio otro beso y yo lo abrace... miles de voces desean hacerme daño... pero ya no las escucho... una sola voz me esta hablando... es la única que escucho... y es la única que deseo escuchar.