Enferma

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Siendo la hija de un demonio conquistador de múltiples universos, teniendo la magia de su gente natal y su dios Azar, e incluso teniendo los conocimientos para preparar posiciones que harían dormir a una persona hasta la muerte. Nada de eso puede con su eterno rival, aquel que nunca sabe cuando llega, que no puede esquivar y la somete durante días a una tortura constante, que la lleva a estar en cama sin poder hacer mas tolerar el dolor hasta que se marche... sin duda, el refriado común es una cosa fuera de las leyes de la realidad.

- ¿Por que... no puedo vencerte?

Dijo la maga, después de estornudar, con un gran dolor en su cuerpo. Su fin de semana, el cual había esperado con ansias por la ausencia de su equipo, había empezado con dolor de garganta, fiebre, tos y todos los síntomas que un mal resfriado puede tener. 

Con pesar, camino hasta la cocina de la torre donde intentaría preparar algo para ella. Lo que fuera que pudiera hacer o permitiera, mejor dicho, su estado.

- ¿Raven?

Levanto la cabeza, ya que solo había estado mirando al piso del pasillo mientras avanzaba. 

- ¿Damian, que haces...?

No pudo terminar. El mareo la llevo al piso y se durmió. 

Despertó en su cama, mas tarde, mirando el techo. Estaba oscuro, como siempre, pero algunas cosas habían cambiado. Tenia un compresa fría en su frente, estaba desnuda y una maquina medica, se encontraba al lado de su cama. Se sentó, lentamente, para poder ver mejor a la persona que estaba sentada en una silla, al lado de su cama.

- No sabia que tu te podías enfermas, Raven. Pero tiene lógica, eres mitad demonio, después de todo.

- ... ¿Qué paso?...

- Antes de responderte, ponte esto.

Dijo señalando un polera a su lado. Ella lo hizo sin demora.

- Te desmallaste en el pasillo. Tenias demasiada fiebre. Tu resfriado estaba pasando a algo mas serio. 

Dijo mientras le pasaba una bandeja con sopa, una rebanada de pan, agua y medicamentos.

- Come algo. Has estado inconsciente por mas de 6 horas.

Raven miro la bandeja. Una sopa de pollo con verduras, pan cortado en rebanadas, una vaso con agua y los medicamentos... ¿de donde había sacado la sopa?

- La sopa tiene buen gusto. Pennyworth me hizo prepararla hasta que apreciara el valor del sazón en una comida. "Sal y agua no es una sopa, amo Damian. Sal, agua y virtud es una sopa".

Raven quedo sorprendida ¿ Acaso, Damian Wayne acababa de cocinar para ella?

- ¿Tu... hiciste esto... para mi?

- Si.

Dijo sin mayor expresión el nuevo Robin. 

- No tenias que hacerlo.

- ¿Cuál es la opción? ¿Darte uno de esos paquetes de polvo con agua que le gustan a Reyes? ¿Agua con tofu?... ¿Mostaza?

Ella lo miro unos segundos y solo asintió. Luego comenzó a comer lo que su compañera había preparado para ella hasta terminar con el plato e ingerir los medicamento. 

- Gracias.

Dijo la maga. Su compañero asintió, mientras se levantaba para reemplazar la compresa fría con una nueva.

- Recuéstate, Raven. La maquina aun muestra tu temperatura alta.

Raven obedeció y se dejo atender, tratando de convivir con este extraño evento en su vida. Donde el miembro mas conflictivo del equipo, la estaba atendiendo con una paciencia y detalle que creo que nadie sabe que el chico posee.

- Si te preguntas por tu ropa.

Raven lo miro.

- Te puse en la tina con agua helada para bajar tu fiebre. Comenzaste a sangrar por la nariz y tuve que tomar una medida drástica. 

- Esta bien... pero...

Damian la miro.

- ¿Me desnudaste?

- Lo hice, con tu capa cubriéndote. No te he faltado el respeto, si es a lo que te refieres.

 Dijo mientras se acercaba a ella para examinarla.

- Abre la boca.

Raven no oponía ninguna resistencia a las atenciones de su compañero. Cosa que ella misma se sorprendía, dado que a ella no estaba acostumbrada a estar en estas condiciones.

- Bueno, parece ser solo una gripe. Imagino que en ti es mas intenso, dado que tu nunca te enfermas.

- ¿Desde cuando sabes de esto?

- Desde que tuve que atender mis heridas solo. Así que desde lo 4...

Se quedaron en silencio, hasta que Damian termino de examinarla y retiraba los instrumentos médicos.

- Deberías dormir. ¿Tu poderes no pueden acelerar tu regeneración?

- No... es un bicho que ni la magia puede eliminar.

- Quien lo diría... un resfriado puede vencer a la maga de los titanes.

Ella miro a otro lado, un poco avergonzada y molesta por el comentario.

- Me retirare para que puedas dormir. Deje un botón de emergencias en tu mesa de noche. Tócalo cuando necesites algo.

Dijo él mientras se acercaba a la puerta, pero antes de abrir, la maga dijo su nombre y el la miro.

- Gracias... nadie...

- ¿Mh?

- Nadie había hecho esto por mi antes.

- Me alegra... ser el primero.

Dijo antes de salir de la habitación.


Días mas tarde...

- 37,8°...

Dijo Damian con fastidio, sentado en el salón principal, después de su patrullaje nocturno. Con fastidio se reclino en el sillón unos segundos antes de ir a prepararse algo de comer. Pero una mano con una taza apareció al borde de su mirada. 

- Sopa.

Dijo la maga con una sonrisa.   


      

     

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