Horas y horas de meditación y entrenamiento han resultado inútiles para la joven maga de los jóvenes titanes. Quien sin poder evitarlo y ni tampoco poder negarlo, a llegado a la dolorosa conclusión... esta enamorada del mas joven de los murciélagos.
Lo que empezó como una convivencia, se transformo en amistad y luego en la maga se convirtió en algo mas allá de su control. Comenzó a mirarlo cuando entrenaba, cuando peleaba, cuando caminaba y para la mayor de sus alegrías y también pensares, él gustaba de estar con ella. Ella ignoraba si él sentía algo por ella y eso la torturaba. De todos los seres en el mundo, la familia del caballero oscuro eran los mas difíciles de leer cuando se tarta de emociones. Incluso ella siendo un empática no podía sentir a fondo los sentimientos de su compañero... y por miedo a no perderlo como amigo, decidió esconder su afecto y seguir como su compañera de equipo.
Un día, los titanes fueron asignados a una misión de espionaje. Al parecer una congregación, poseía una extraña reputación de hacer bautismos que causaban que las personas se convirtieran en fieles seguidores de la fe. Pero muchos de aquellos fieles han sido encontrados, muertos en varias partes de la región. El equipo eligió a Raven como la agente, ya que debido a su naturaleza demoníaca y aptitud para la magia, seria la persona ideal para saber si era algo de naturaleza mágica o no.
Antes de comenzar la misión. Damian le pido que se acercara para poder colocar un micrófono en su chaqueta.
- ¿Para que es esto?
- Si no es mágico. Pueden ser drogas, si lo son entonces esto ayudara a conseguir la evidencia.
- Oh ya veo.
- ... Si tienes que hacerlo, defiéndete...
- ...
- Y si te sales de control... huye. ¿ok?
- ¿No crees que puedo con eso?
- No dudo de tus capacidades. Dudo de que no seas capaz de hacer lo que se deba para protegerte.
- ... Yo se defenderme sola...
- Yo también... pero aun así, tu también te preocupas por mi.
Raven no respondió. Solo lo miro para después caminar hasta la capilla donde se efectuaría la ceremonia. Al estar adentro, nada era distinto a una capilla normal ordinaria. Pero fue cuando el sacerdote salio de la habitación trasera que el ambiente cambio. El sacerdote solo hablaba en latín, cosa que hizo que Raven comenzara a sentirse mal. Intento retirarse pero algo la agarro de las piernas. Una especie de magia que ella jamas había sentido. Luego comenzó a mirar a las demás personas, que como zombis movían sus brazos en alabanzas a lo que fuera que adoraran.
De pronto el sacerdote se puso frente a ella y sonrió.
- ¿Acaso piensas que no se lo que eres niña?
- ...
- Puede oler la infección de tu sangre desde que entraste a mi lugar santo.
- ...
- ¿No puedes hablar cierto? ¿Tampoco usar tu horrenda magia? No me sorprende, este lugar esta sellado contra los demonios y neutraliza a cualquier ser infernal que ose entrar.
- ...
- ¿Tus amigos? Mis guardias celestes los deben estar matando en este preciso instante. Es lo que se merecen por ayudar a los demonios.... pero ahora es mi turno de exorcizar al demonio frente a mi. POR EL PODER DIVIDO Y EL DIOS DE LA LUZ! CON HIERRO Y FUEGO, CLAVARE EN SU CORAZÓN LA DAGA QUE TRAE LA PAZ A ESTE MUNDO Y LO MANTIENE PUROOOOOO!
Raven miraba con terror, como una daga dorada venia a toda velocidad hacia su pecho. Sin nada mas que hacer cerro sus ojos espero el final, pero un gran estruendo se escucho cuando el ventanal de la capilla exploto, dejando ver al joven Robin, que con su espada empalo al sacerdote a la pared atravesando todo el filo del metal por su hombro.
