Me encuentro en una habitación enorme con los mismos detalles que habían en el dojo. Pero en vez de haber espadas había sillones y alfombras, en vez de maniquíes para entrenar habían plantas y cuadros y en vez de del gran espacio donde entrenar había una cama enorme en la cual uno desearía poder dormir y no despertar jamas.
- Wow
Dije sentándome en ella sintiendo la suavidad del colchón y la seda de las sabanas. Mi mirada se situó en la cabecera donde se encontraban tallados escritos en árabe pintados en oro... ciertamente el dueño de este lugar no debe sentir necesidades por nada en su vida.
- Tu no eres digna de tocar esa cama.
Escuche una voz femenina detrás de mi y al voltear mi cabeza vi a una mujer muy hermosa y exuberante a la vez. Su cabello largo hasta su cintura, su traje de color verde y negro con detalles dorados que mostraban su hermoso y voluptuoso cuerpo con gran orgullo... y sus ojos... esos hermosos ojos... que solo he visto en una sola otra persona...
- ¿Tu eres la madre de Damian?
- Si... ¿Tu eres su concubina?
- Soy su amada
Me levante de la cama y me miro sin mayor interés. Luego camino hacia uno de sus sillones, luego tomo una botella y se sentó sirviéndose una copa.
- Mi hijo tiene terribles gustos en mujeres. Esperaba que tuviera un gusto como su padre.
- No necesito ni quiero oír tu opinión sobre mi. Solo importa si él me quiere a su lado.
- ¿Se enamoro?
- Si... de mi...
Se levanto dejando su vaso de lado para acercase a mi. Cuando se para frente a mi, me miro de pies a cabeza luego camino alrededor mio y termino alejándose para sentarse en la cama.
- Tu no eres pura. Tu piel y tu cabello me lo dicen. Tu flor fue cortada.
- ....
- ¿Su mano?
- Por supuesto que si... es el único hombre digno que he conocido en mi vida.
- Digno... mi hijo merece mucho. Su vida esta destinada para la grandeza... pero tu no eres lo que él merece.
- ...
- ¿Vez esta cama? Su padre me tomo entre estas sabanas y él fue concebido con un grito de pasión digno de la sangre que fluye por sus venas.... su padre, el mas grande justiciero que este mundo haya visto. Su madre, hija y heredera del mas grande villano y guerrero que haya existido. Su vida esta destinada para la gloria desde el momento en que abrió los ojos... ¿Y tu piensas que él hecho que se metiera entre tus piernas es algo importante?... tu no eres digna de mi hijo.
- ...
- No eres hermosa, no eres seductora, no tienes encantos y para el colmo de tus imperfecciones no puedes engendrar una vida.
- ....
- ....
- Tu tampoco... ¿donde quedo tu virtud hay?
- Damian debía ser perfecto y no me permitiría un error dentro de mi cuerpo. Por eso lo diseñamos y lo hicimos como es... perfecto.
- ... ¿Ni dar a luz pudiste hacer por él?...
- Un precio que estaba dispuesta a pagar en su nombre.
- Y sin embargo intentaste matarlo... tu eres la que no lo merece.
Sonrió por mis palabras para luego recostarse mirando hacia en techo de la habitación.
- No espero que lo entiendas y jamas lo harás.
- ¿oh si? ¿Por que no?
- Tu jamas sabrás lo que es ver al hombre que amas en el rostro de tu hijo. Tu jamas sentirás eso...
Desperté nuevamente pero esta vez con Damian a mi lado pero nuevamente lagrimas corrían por mis mejillas. Fui al baño y limpiar mis rostro pero cuando volví él estaba sentado en la cama con mirada preocupada.
- ¿Que atormenta tu corazón?
Me pregunto. Rápidamente camine a su lado y me arrodille para abrazarlo y volver a llorar.
- ¿Que sucede amada? ¿Es tu padre?
- ...D-damian ...
- Dime
- Y-yo de verdad desearía poder darte un hijo un día... por favor créeme lo que digo...
- ....
- Incluso si fuera como lo hizo tu madre contigo... seria tuyo y mio... pero no puedo... por favor Damian créeme...
- Rachel... no llores... por favor...
- Damian no quiero perderte... no quiero perderte....
- No lo harás... eres la única mujer digna que he conocido.
Me abrazo y me levanto para recostarme sobre él para poder dormir entre sus brazos y mis lagrimas...