Entre Rosas Y Espinas [Disney Descendientes/Carlos De Vil] LPDA3

Capítulo 60. "Un jardín para respirar"

Mal se despertó de un sobresalto. 

Había tenido un sentimiento extraño de pronto, algo que no podía describir del todo pero que la mantuvo alerta. 

Ella se encontraba todavía en la oficina de Ben. Se habían quedado dormidos allí después de que todos se retiraran, Ben le había dicho que no tenía ganas de irse a su castillo y dejó que Chip se fuera solo a encontrarse con su madre y los amigos de sus padres allá. Y el rey de Auradon decidió mover los  muebles y sacar los cojines para hacer un colchón improvisado y dormir en ellos. Mal había decidido quedarse con él esa noche, después de todo no había sido el mejor día. 

Ben estaba echado viendo hacia otro lado y roncando de manera pesada, recodaba Mal que Chip le había dicho que Ben no había podido dormir en todas esas noches y logró dormir un poco gracias a que lo había obligado a dormir un poco la noche anterior, pero al parecer ahora cobraba factura completa. 

Mal sonrió levemente, separando el cabello revuelto de la frente del chico, Ben de vez en cuando arrugaba la expresión, se notaba que no tenía buenos sueños. Mal tragó saliva al ver aquello y suspiró, no era una situación fácil para nadie, y mucho menos para Ben.

Entonces suspiró y se inclinó a Ben. 

─Sin dolor y con prisa, que se detenga esa pesadilla ─recitó ella y movió sus dedos frente a la cara de Ben, sus dedos brillaron y los movió sobre el rostro del rey, pronto, el chico suavizó su expresión y empezó a respirar más calmado que antes.

La chica sonrió levemente ante eso pero sólo un momento, sentía su magia débil, a pesar de que podía hacer magia muchisimos momentos sentía como si la magia se le drenara de las manos, como si se le escurriera. Era algo que no había querido admitir, pero lo sentía, y parecía ser la única sintiendo aquello, puesto que al menos Yen Sid y Jane hacían magia y esta parecía un poco más estable que la suya. 

Pero no era justo, mientras su madre ganaba fuerza ella sentía que la perdía. 

No quería sentirse inútil, pero era aquel sentimiento el que estaba reprimiendo. 

Pero pensó en esa estúpida profecía, y si eso tenía que ver, pues a odiaba muchisimo más.

 La hija de Maléfica se volvió a ver el techo del lugar y suspiró. Pensaba en todo lo ue Carlos y Ben le habían revelado, tanto secretos que su madre le había ocultado, tantas cosas que ella no había sabido. 

Ella gruñó.

No sabía si soportaría otro secreto más.

***

Jane atravesaba la maleza y raíces que se movían en sus pies, aquel huerto era más dificil de cruzar de lo que se imaginaba, pero intentó avanzar lo más que pudo. La calabaza estaba ahí, manejando todo y ella sabía lo que había que hacer.

Pero las raíces le tomaban las piernas y se enroscaban en ella una y otra vez. 

Terrence seguía luchando con la raíz que lo atrapaba. No podía mover la espada y estaba usando su cuerpo para obligar a aquello a al menos bajarlo un poco, sabía que si alcanzaba el suelo podría tener un poco de ventaja y usar sy peso a su favor. 

La chica estaba caminando, acercándose al final del huerto, pero entonces tropezó. 

No, no tropezó, sino que fue jalada por la raíz. 

Jane chilló, mientras caía de sus rodillas.  Intentó arrastrarse con las manos, pero la tierra a su alrededor estaba húmeda y suelta, se le escapaba de las manos.

─No... ─dijo ella─ Necesito llegar a la calabaza...

La raíz empezó a arrastrarla para atrás, devolviendola todo el camino. Jane gruñó pues sentía sus piernas  rasparse por las piedras debajo de ella.