Capítulo 58. "Bibbidi-Bobbidi-No"

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Jane y Terrence miraron al chico en el suelo, completamente inconsciente en los brazos de la chica. 

"Jane, eres muy linda"

La hija del hada madrina había esperado escuchar cualquier otra cosa en aquel momento, pero definitivamente aquello era algo que no se había esperado en lo absoluto. 

Sintió sus mejillas calentarse, ¿qué había sido aquello?, ¿un delirio por parte del chico, o una burla?

─Jane ─dijo Terrence, sacando a la joven hada de sus pensamientos. 

El principe tenía el pedazo de Ambrosía en su mano, lo había sacado de la mochila de Hadie, justo antes de que se desmayara por completo. 

Entre ambos subieron al semidios y Terrence le dio un poco de la Ambrosía al chico. Ambos esperaron un momento, pero el hijo de Hades no pareció reaccionar. 

─¿Tal vez debemos esperar un momento? ─preguntó Jane mirando al principe.

El chico por un segundo pareció relamente no estar escuchandola, él sólo miraba a Hadie en el suelo. Entonces subió la cabeza y la miró seriamente. 

─Podemos esperar unos minutos ─dijo él─. Podemos buscar la puerta mientras estamos aquí. 

La chica asintió, y viendo como el pricipe se levantaba del suelo este le extendía la mano a ella. 

Dejaron a Hadie descansadso en el suelo, y ella correspondió a Terrence. 

─El patio de la antigua casa de Cenicienta ─mencionó Terrence─ Creo que las Catatumbas te detectaron Jane.

La chica tragó saliva, ella había estado en aquel lugar antes. Su madre y ella eran invitadas por Cenicienta y el rey Encantador a cenas más informales o a vacaciones. La chica conocía ese lugar muy bien ya que pasaba bastante tiempo leyendo en el jardín y su madre y Cenicienta siempre recordaban como el hada madrina había aparecido y convertido a Cenicienta en una princesa por una noche, trasformado aquella calabaza en una carroza y a sus amigos animales en sus acompañantes al baile. Siempre pensó que era un lugar muy lindo, pero las Catatumbas le generaban un cambio de ambiente por completo. Podría estar en un lugar exactamente igual pero era más siniestro. 

 Pero aquel lugar no se veía para nada diferente, estaban la mesas, el invernadero, la fuente. Y más allá vio la casa, la puerta de las catatumbas no estaba a simple vista. 

Ambos chicos de Auradon empezaron a recorrer el lugar,  Jane intentó visualizar el lugar de manera exacta en su mente, pendiente de cualquier irregularidad pero todo parecía normal. Su corazón en parte todavía estaba acelerado por aquel encuentro con Cerbero, se preguntaba que habría hecho Hadie para perderlo. 

Cuando ella y Terrence se volvieron a encontrar, ambos chicos se miraron en silencio. 

El principe estaba serio pero tambíen buscaba concentrarse, su brazo izquierdo le dolía un poco debido a un rasguño que le hizo una garra de Cerbero, lo bueno era que no había sido  una herida profunda, pero le dolía. 

—¿Estás bien? —preguntó la chica de ojos azules— ¿Duele?

El principe sabía que Jane había notado su herida. Pero hizo una mueca leve.

—Un poco, a decir verdad —admitió— Pero nada que no pueda soportar.

La chica acercó su mano al brazo del principe y cuando tocóó, él siseó y se echó para atrás había un poco de sangre seca a su alrededor, su manga estaba rota por un costado.

─Tengo un poco de agua ─dijo Jane─ Puedo ayudar a limpiarte la herida. 

El principe miró a la chica suavemente, aunque no quería que Jane gastara de su agua para aquello, ella se veía dispuesta a ayudar. Terminó asintiendo, recordandose a sí mismo que le daría su propia agua a ella cuando lo necesitara. 

Entre Rosas Y Espinas [Disney Descendientes/Carlos De Vil] LPDA3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora