Capítulo 23. "Una separación"

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Mal, Carlos y Ben se miraron entre sí por unos segundos, los tres teniendo la misma sensación de desagrado (aunque para el hijo de Cruella aquello de sentir todavía se le complicaba). 

Y si Ben pensaba que nada podía ponerse peor, estaba muy equivocado.

El rey estuvo a punto de hablar, queriendo decir que nunca haría nada para lastimar a su reino, pero a ese punto, su cabeza estaba tan revuelta

—Eso no va a pasar —dijo Mal tensa—. Absolutamente no. 

—Pues es obvio, M —dijo Evie cruzándose de brazos— No dejaremos que ese destino ocurra, vamos a salvar a nuestra amiga. 

—Debemos armar algún plan para recuperarla antes de que ese hechizo se termine. —Dijo Pearl. 

 —Sí, ¿pero cuánto tiempo tenemos antes de que la crisálida se cierre? —preguntó Gabe bastante serio..

—Eso dependerá de la voluntad de la princesa Astrid —confesó Yen Sid mirando a algunos de sus ex-alumnos—. Tiene que ser lo bastante fuerte como para aguantar el tiempo necesario hasta que podamos liberarla. 

—¿Y si no? —preguntó Jane.

—Tiene que serlo —Intervino Lonnie poniéndose en lugar de Evie— Sabemos que Astrid es fuerte, podrá soportarlo. Ha soportado cosas que tal vez nosotros no, ella puede con esto.

El grupo no dijo nada después de esto, la gran mayoría estaba consciente de que Astrid era una persona determinada, tosca y fuerte de voluntad, pero después de tantas cosas, incluso una persona como ella podía cansarse.

Carlos sacó la rosa del bolsillo de su chaqueta y la tocó con sus dedos. 

Sabía por Agatha que Astrid escuchaba y veía cosas que la estaban lastimando. 

—Las chicas tienen razón —dijo llamando la atención de todos—. Astrid realmente nos necesita en este momento, y no vamos a defraudarla. Es un trabajo en equipo, ella y nosotros.

Él levantó el collar.

—Maléfica desea esto. Y si lo quiere tendrá que aplastar ni corazón para ello porque de mi parte no lo obtendrá.  

—¿Y que evita que no lo haga en cualquier momento? —preguntó Chad, llevándose una mala mirada de Melody a su lado— Sólo digo... 

—Porque me necesita para que el terrible final ocurra —respondió Carlos—. La espada empuñada por un caballero sin corazón, ¿recuerdas?

Chad asintió, entendiendo ahora. 

—Bien, entonces —intervino Ben colocando la mano en el hombro del hijo de Cruella—. Sabemos que tenemos dos caminos que seguir. Pero vamos a salvar a mi hermana, tenemos una ventaja que los villanos no, tenemos la rosa con nosotros. Y si hay que aprovecharla de alguna manera

—Yen Sid, ¿conoce algún hechizo de rastreo? —preguntó entonces— Eso puede que nos ayude a localizar donde la tienen escondida. 

El hombre se dirigió al rey y asintió. 

—Me ofende la pregunta, pero sí, conozco uno bastante efectivo —Dijo—. Pero necesitaría unas cosas para hacerlo. 

Ben asintió. 

—Yo me encargo. 

Mal se acercó a su pareja, y tomó sus manos queriendo darle algo de calor al castaño. 

Y justo antes de que alguien más pudiera aportar algo sobre el tema, se vio que Hadie levantó una mano, cosa que llamó la atención de más de uno. 

Entre Rosas Y Espinas [Disney Descendientes/Carlos De Vil] LPDA3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora