Capítulo 30. "Armando planes"

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—Bien —dijo Carlos atornillando lo último en su guante.

Todo parecía correcto hasta el momento, habían seguido la idea de Carlos a la perfección.

Debía de admitir que Chip había sido de gran ayuda, había conseguido las piezas que necesitaba a tiempo y juntos armaron todo más rápido de lo que el hijo de Cruella creería. 

Ahora sólo tocaba probarlo. 

—¿Estás seguro que va a funcionar? —preguntó Chip a su lado con bastante curiosidad.

Carlos había modificado para que con una sola palabra la mini computadora que instalada en el guante abriera el domo en miniatura sobre el dije.

—Sólo hay una forma de averiguarlo —respondió él.

Entonces llevó el guante cerca de su boca y susurró la palabra que había escogido, sólo para esperar a que el domo se moviera y liberara el collar para él.

Sólo fue cuestión de segundos, y se escuchó un click seguido del domo que se movía.

Chip suspiró con alivio y Carlos levantó la mirada hacia el chico.

—Buen trabajo —dijo el rubio al hijo de Cruella.

Éste asintió, estando de acuerdo.

Ahora estaba más tranquilo con saber que la rosa estaba más protegida a partir de aquel momento.

Ahora era momento de poner un nuevo plan en marcha.

Tenía que ir por Astrid. Pero no sabía como.

No podía llegar tocando la puerta a donde fuera que los villanos se escondian y decir simplemente un "¡hola!, vengo por mi novia, la de verdad, no la copia malvada que crearon, oh y si no les molesta también me llevo mi corazón que pues me hace falta, ya saben como es" y entrar y salir como si fuera el dueño del lugar. 

No podía ser tan fácil.

Ojalá fuera así de fácil.

Estaba realmente preocupado, porque si no armaba un plan a tiempo...

Bueno, no quería pensar en aquello.

Un golpe se escuchó de pronto, sacándolo de sus pensamientos y ambos chicos se levantaron de la mesa de trabajo con nerviosismo. Carlos logró colocarse su guante con éxito al tiempo de que notaban que la puerta del sótano se abría con fuerza, como si la persona que la habia abierto tuviera problemas con ella.

Ambos se miraron rápidamente, no le habían dicho a nadie que iban a trabajar en ese lugar, pero tampoco era un secreto que Carlos estaba pasando tiempo ahí.

Así que no sabían quien podía ser.

Carlos casi tomaba a Excalibur que estaba a su lado para defenderse por si acaso los venian a atacar, pero pronto dejo esa idea a un lado cuando vio a dos figuras que reconoció pronto.

Un chico y una chica bajaron a trompicones por el lugar, parecían discutir por algo en voz baja, y la chica parecía más disgustada que complacida.

Ambos tenían cabello bicolor como Carlos, el chico con un corte rockero y ropa negra y roja. Mientras que la chica, una mujer joven de unos veintitantos, tenia el cabello igual a Cruella solo que este lo tenia atado en unas trenzas y portaba un estampado de vaca en su chaqueta.

—Wow, ¿no ibas a atacarnos con esa espada, verdad? —preguntó el chico al notar la mano de Carlos a medio camino hacia la espada.

—Ivy, Diego —dijo el hijo de Cruella al ver a sus familiares allí y relajándose un poco— ¿Qué hacen ustedes dos aquí?

Entre Rosas Y Espinas [Disney Descendientes/Carlos De Vil] LPDA3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora