Capítulo 03

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Leonel estacionó el auto en el parqueadero de la Universidad y procedió a enviarles un mensaje a sus hijos. Desde que recordaba tenía la costumbre de salir del trabajo y pasar por ellos para ir a comer, aunque no todo el tiempo era posible porque trabajaba para una entidad pública se esforzaba por cumplir cuando le era posible. Se había convertido en padre sin siquiera serlo desde que su hermano sufrió ese accidente mortal donde dejaba a sus tres hijos totalmente desamparados, ya que la madre de sus sobrinos había muerto en el parto luego de sufrir una hemorragia vaginal postparto, ya le habían mencionado que era riesgoso por el embarazo múltiple, la subida de la presión arterial debido a la preclamsia lo complicó todo.

Fue devastador para su hermano Luis pero aun así se esforzó por ser un buen padre y dedicar su vida a sus tres hijos hasta que perdió el control del volante y cayó en ese precipicio cegando su vida por completo. Sin tener quien se hiciese cargo de sus hijos Leonel asumió esa responsabilidad cambiando su vida radicalmente porque a pesar que conservó a la misma persona que los cuidaba tuvo que cambiar su vida de soltero despreocupado y fiestero, por padre prematuro y responsable. Todo fue difícil hasta que la mamá de un amigo le dio un consejo que le cambió la perspectiva y el cual agradece: «debes verlos como si fuesen tus hijos». Desde ese momento comprendió que eso eran ellos para él y al contar con apenas tres años se acostumbraron a decirle papá porque eran su única figura paterna.

Después que poco a poco fueron creciendo y llegaron a la edad de comprender los asuntos decidió contarles la verdad de su origen y tras un breve periodo de aceptación y lucha volvieron a la normalidad, a excepción que Luciano y Lucas que prefirieron llamarle tío en cambio Luna era la única que le seguía diciendo papá. Hay momentos en el que le dicen "papá" sobre todo cuando son asuntos importantes o serios, así que a Leonel no le desagrada eso porque ha dejado que crezcan y que tomen sus decisiones y que deseen llamarle como quieran porque al fin de cuenta para él ellos siempre serán sus hijos.

Miró al frente y se dio cuenta que allí venían: Luciano como siempre llevaba los auriculares puestos y un libro en mano ajeno a su alrededor pero lo cierto es que tiene la habilidad para estar al tanto de todo, es reservado y siempre está pendiente de sus deberes o asuntos de interés. Luna en cambio era su opuesto y el dolor de cabeza de su padre, desde pequeña evidenciaba su astucia para diversas situaciones y era una enamoradiza desde muy pequeña, también era de las que mentían para salirse con la suya y por eso él o sus hermanos debían estar muy pendientes de ella. Con sus hijos venía Leticia mejor amiga de ellos pero más de Luna, era una muchacha que al igual que ellos había perdido a sus padres en un accidente y solo vivía con su abuela. Era lo contrario de Luna y en el fondo él lo agradecía porque era su norte, la ayudaba algunas veces a poner los pies sobre la tierra.

La veía como una buena influencia para ellos y por eso ya llevaban años que se frecuentaban, desde el colegio, era como si fuese otro miembro más de la familia. Por eso en sus actividades de recreación trataban de incluirla.

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