—¿Qué es lo que tienes? —preguntó Ismael al notar a Leticia ausente en clases —. Hace días que estás diferente y no te atrevas siquiera a negarlo. —enfatizó al darse cuenta que tenía su atención.
Leticia dejó reposar en la mesa el lápiz que tenía entre sus dedos y se fijó que no había completado ningún ejercicio contable, en otras ocasiones hubiese sido la primera en terminarlo y al parecer no lo concluiría, otra vez.
Las clases en la Universidad para ella eran una de sus prioridades y siempre se esforzaba por ser de las primeras en presentar los trabajos y de estar lista en todas las exposiciones con su grupo asignado, pero últimamente ocurría lo contario, se olvidaba de llevar los trabajos, no prestaba atención y tenía que llamar a Ismael para que le dijera lo que debía de hacer porque ni siquiera tomaba apuntes, era evidente que esa no era ella.
—No sé —respondió mirando a los ojos atentos de su amigo —, creo que me tiene preocupada los próximos exámenes.
Ismael negó al percibir su mentira.
—Tú eres la que menos se preocupa por eso, pero no te voy a obligar para que me lo digas porque ya sabes que puedes contarme lo que quieras, tal vez no tenga una solución siempre pero estaré dispuesto a escucharte.
—Gracias Ismael —dijo Leticia agradecida acariciando la mano de su amigo —, no sé qué haría sin ti.
—Para eso estamos los amigos Leti. Vamos a comer algo, me muero de hambre.
Leticia asintió de acuerdo a la oferta de Ismael, desde que lo conoció en su primer año de Universidad tuvieron una química extraordinaria y no se habían separado desde ese entonces. Cuando los trabajos eran más complicados se quedaban en alguna de sus casas para poder hacerlo juntos y así mantener un buen promedio porque eran de los mejores estudiantes. Lo divertido para ellos es que sus familias pensaban que terminarían juntos pero se decepcionaron cuando se enteraron que Ismael se hizo novio de Luna.
Leticia volvió a pensar en lo que la tenía tan distante, debía de hacer algo para que sus pensamientos no le afectaran, no dejaba de pensar en lo que había ocurrido con Leonel y cómo aquel suceso estaba afectando su intento de relación con Lucas. Estaba experimentando culpabilidad y vivía en una neblina de confusión, jamás había pasado por algo así y creía que pronto las cosas se solucionarían y todo volvería a la normalidad. Todos le preguntaban si se encontraba bien y lo peor llegaría cuando lo hiciera su abuela porque empezaba a observarla con atención y eso era un indicativo que sospechaba que algo le pasaba. Se justificaba pensando que ese era el precio de crecer y pasar a la adultez porque de su vida tranquila y enamoradiza de su crush de toda la vida, había dado paso a la intranquilidad de enredarse con personas equivocadas con la pasión y el deseo de por medio. Sí, su cuerpo también estaba experimentando los cambios y las noches se tornaban largas, demasiado largas y tediosas. Empezaba imaginándose a Lucas y terminaba con el rostro de Leonel. Aquello debía de cambiar y rápido.
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La inocencia de tu piel
General Fiction¿Será capaz Leticia de frenar la influencia de su inocente piel, o se dejará seducir por la lujuria? SPIN OFF de ¿Practicamos el Kaamasutra? Puede leerse independiente. +[18]Leerla bajo responsabilidad. 🎖Historia ganadora de la Categoría Erótica en...