Capítulo 10

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*Leer la nota al final

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Leticia abrió los ojos y la claridad del día provocó que frunciera los ojos, ya había amanecido y parecía que no hubiese dormido nada lo cual le pareció extraño. Hizo deducciones mentales y se fijó que no tendría que preocuparse por levantarse enseguida porque era fin de semana. Arthur se movió de sus pies y se acomodó a su lado lamiendo toda su cara. Cuando levantó la sábana para cubrirlo a él también se dio cuenta que llevaba la pijama de unicornio y un nombre llegó vertiginosamente a su cabeza: Leonel.

Había olvidado por completo lo que había ocurrido en la noche anterior, pero si meditaba era imposible olvidar aquello. No sabía cómo Leonel conseguía que se descontrolara de esa manera. Solo recordarlo la hacía sonrojar. No es que ella no estuviese en contacto con hombres aunque su objetivo era Lucas -su crush de siempre -, al contrario, tenía la amistad de hombres y uno que otro la había hecho suspirar o desear algo más, pero ninguno con la intensidad de Leonel. Debía de reconocer que la volvía loca.

Se incorporó de la cama siendo observada por Arthur, pero no lo dio mucha importancia y prefirió seguir durmiendo. Leticia lo acarició pero por su mente apareció la propuesta, o mejor dicho la exigencia de Leonel al decirle que pasaría por ella. Miró el reloj y faltaban unas seis horas para que venciera el plazo. «¿Se atrevería a venir?¿Acaso ella comprendía cuál sería el desenlace de aquello» pensó. Lo que si tenía claro es que si se iba con Leonel era porque de verdad quería hacerlo y no por un capricho de él.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando recibió una invitación para una llamada de Lucas. Dejó que la llamada finalizara, pero seguía insistiendo así que decidió contestarle.

—Hola mi reina. —dijo cuando ambos se vieron en la pantalla.

—¿Ya tienes tiempo para mí? —preguntó molesta al recordar lo que había ocurrido en la noche.

Cuando se fue Leonel ella decidió llamar a Lucas aunque sabía que había salido con sus amigos, quería solo escucharlo y saber que las cosas estaban bien entre ellos o seguramente para acabar con la culpa que la estaba matando. Ella sabía que no estaba bien lo que hizo con Leonel, aunque era su tío él los había criado como si fueran sus hijos y ella se estaba dejando arrastrar a ese juego que no terminaría nada bien.

Pero lo que ella no esperaba es que una mujer contestara el teléfono y con eso no significaba que debería de ponerse celosa porque eso no significaba nada, pero el problema fue que con un inglés tan perfecto dijo que esperara su turno porque ella y Lucas iban a estar ocupado toda la madrugada teniendo sexo, que apartara su cita para después. Si no hubiese visto que estaban en un departamento tal vez no se habría molestado tanto, pero ella lo vio con sus propios ojos y no podía negarlo.

Desde el principio supo que Lucas no era un hombre de una sola mujer, no solo porque Luna se lo hubiese advertido todo el tiempo, sino porque ella había comprobado como era su actuación con las mujeres y como ellas sufrían cuando él ya no las requería y les inventaba cualquier excusa, hasta algunas veces ella tuvo que mentir por él. En su interior Leticia creía que con ella sería diferente y que después de estar con muchas mujeres se cansaría y se fijaría en ella. Que como ocurría en las novelas ella sería la que se encargaría que fuese fiel y solo se fijaría en ella. Esperaba ese día con anhelo.

La inocencia de tu piel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora