Capítulo 28

4.2K 334 34
                                    

Leticia se dirigió a la cartelera luego que la mayoría de estudiantes dejaran libre el paso porque habían estado conglomerados para conocer los requisitos de primera mano y de esa manera fijarse si lograban cumplirlos. La noticia se había corrido en toda la Universidad y algunos estudiantes ajenos a la carrera les hubiese gustado tener la oportunidad que se les presentaba a otros. Se acercó hasta la cartelera y pudo leer el encabezado que tenía a todos emocionados.

El convoca a participar de su programa de becas para realizar prácticas profesionales en el extranjero. Las becas consisten en realizar prácticas industriales en una empresa en Japón. El programa recibe solicitudes hasta...

Comenzó a leer los requisitos y lo que se estipulaba en la cartelera. Se comunicaba que los becarios realizarían las prácticas en una empresa japonesa durante 8 meses. Y que durante su estadía antes de ingresar a la empresa tendría que realizar un seminario de una semana y un curso intensivo de japonés durante 4 meses. Los becarios serían seleccionados en base a sus méritos académicos, se evaluaría su expediente académico y las referencias de sus docentes; así como también se tendría en cuenta su nivel de inglés.

Anunciaban también que para postularse tendrían que llenar un formulario junto a los expedientes académicos certificados por la Universidad. Leticia por un momento pensó en sus calificaciones y creyó que en eso si podría cumplir con la excelencia académica aunque tuvo un bajón en cierto periodo.

No le había contado a su abuela lo de las prácticas y su deseo de ir porque quería antes conocer los requisitos y de esa forma podrían discutirlo para saber las posibilidades que tenía y así postularse. Creyó que sería un buen momento para intercambio, experiencia cultural y académica. Además la ayudaría a la hora de buscar un trabajo. Japón era una nación con una rica historia, y tradición académica, las cuales hacían una experiencia única en donde el estudiante obtendrá una educación de la más alta calidad, y un crecimiento cultural e intelectual inigualable.

Cuando terminó de leer decidió que luego los buscaría en internet el documento y descargaría el formulario para saber de qué trataba, quizá tomaría una buena decisión más rápido de lo que pensaba.


—¿Te gustaría ir, hija? —preguntó su abuela luego que Leticia le comentara sobre la posibilidad de hacer las prácticas en Japón. Aunque al principio le sorprendió aquella noticia comprendió que su nieta debía tomar decisiones por ella misma y esta consciente que eso la llevaría a acertar o herrar para luego aprender de sí misma. Ella no estaría todo el tiempo con Leticia y era hora que empezara a afrontar la vida. Esos mese se le harían inmensamente largos pero quizás alegrarían a su nieta porque estaba segura que le pasaba algo tan grave que no quería ni contárselo.

—No niego que la propuesta parece prometedora pero a todo esto sería aprobar y eso conlleva tiempo. Además he pensado que tampoco pierdo nada al intentarlo, es una gran oportunidad que algunos lo desearían y ya que tengo la posibilidad voy a intentarlo.

—Estoy segura que lo conseguirás. Eres muy inteligente y capaz de asumir todos los retos que se te pongan en frente, hija.

Leticia sonrió y creyó que su abuela como era natural le tenía demasiado cariño para pensar todo lo bueno de ella. Sintió terror que se enterara de lo que había hecho y que eso contribuyera a matarla de la vergüenza y el dolor.

—Pero tampoco quiero alejarme mucho tiempo de ti, abue.

—Yo estaré bien, hija.


La inocencia de tu piel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora