Capítulo 17

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Leticia agitó su jugo de naranja pero no podía despegar los ojos de Ismael y Luna, él la tenía abrazada de una forma tan tierna y le susurraba cosas al oído que la hacían sonreír y darle unos cuantos besos cortos. En cierta medida la envidiaba porque hombres como él difícilmente se encontraban. También podía ver la incomodidad de Luna sobre todo porque comprendía la situación en la que se encontraba.

Recordó que Luna le había comentado que había terminado con el supuesto Johel pero algo no la terminaba de convencer, sentía que le mentía.

Siempre creyó que sus amigos hacían una pareja perfecta pero ahora le dolía verlos así, sabía que Luna era audaz y algunas veces demasiado, pero jamás se le pasó por la mente la sola idea que lo traicionaría. Un hombre sincero y tierno como Ismael no merecía ser traicionado de una forma tan vil. Siguió meditando hasta que decidió beber de su jugo natural y morder su sándwich.

—Este día es muy especial —dijo Luna entusiasmada —, papá cumple años y queremos que todo salga bien. Esmeralda está en los preparativos y esperamos que funcione como lo hemos planeado.

—¿Quiénes irán? —pregunta Ismael interesado.

—¿A dónde? —se une Luciano preguntando y acercándose a la mesa.

—A la cena de papá. Solo los de siempre, ya saben que a él no le gustan las fiestas. Aun así queremos hacer algo más movido y vamos a tener música y esas cosas.

Leticia procuró no sonreír y lucir emocionada ante el momento, este cumpleaños de Leonel iba a ser especial para ella y por eso le había preguntado qué le gustaría que le regalara. Su sorpresa o emoción fue cuando le dijo que no necesitaba nada porque ella era su regalo adelantado. Así que tomando eso en consideración le había preparado una tarde para los dos y esperaba que se divirtieran. Recordó que desde que estaban juntos el deseo afloraba y no existía nadie más, entre ellos dos.

«¡Ay Leticia, no sabes en qué te estás metiendo!» pensó para sí. Nunca pasaría por su mente que su vida estuviese cambiando de esa forma. Aun así había tomado la decisión de darle una sorpresa a Leonel.

—Al menos esta vez no tendremos que pensar mucho en los regalos. —comentó Luciano.

—Es verdad. —completó Ismael.

Era cierto, desde que conocían a Leonel no le gustaba que le regalaran nada, aun así ellos se esforzaban por comprarle algo que les gustara y resultaba difícil. Esta vez Luciano había tenido una buena idea y había decidido regalarle un fin de semana en unas cabañas junto a un Lago, se veía de ensueño el lugar. Entre todos decidieron alquilarla y así darle ese viaje sorpresa que le serviría a todos para vacacionar. Se suponía que se irían el viernes y regresarían el domingo. A todos les gustó la idea incluso a Lucas, a pesar que no estaba en el país se lo incluía en todos los planes.

—Deberían de invitar a alguna mujer para que tu tío esté más a gusto allí. —mencionó Ismael.

—No creo que Leonel desee eso —digo sin más.

—Para nada Leti, creo que sería una buena idea. —Soltaron todos la risa ante el comentario de Luciano.

La molestia en el interior de Leticia fue mayor. No soportaba la idea que otra mujer estuviese el fin de semana con ellos. Se molestó más al pensar que Leonel correspondiera siquiera a la dama en cuestión. Ellos no tenían exclusividad y no pasaría nada si alguno de los dos decidiera tener una relación. Aun así aunque no tendrían oportunidad de estar juntos no le gustaba la idea que alguien ocupara su lugar.

—El otro detalle a pensar es que tu padre tenga planes con alguna novia o mujer. —dijo Ismael —. Él no sabe que están preparando el viaje.

La inocencia de tu piel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora