Capítulo 1: Natsuki Boru.

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Narrador Omnisciente

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Narrador Omnisciente

El sonido de dos metales chocando entre si llamo la atención de una pequeña niña azabache que corría para ver de donde provenía tal sonido, se escabullo entre los arbustos y por un pequeño hueco pudo observar dos sombras peleando entre si. De repente las sombras miran de reojo a la niña que se reía con una mano en su boca, tratando de impedir sus risas para no ser descubierta. La pequeña sintió que unos brazos la rodearon, ella ya no pudiendo soltar sus carcajadas miro a un hombre mayor que ella.

—Natsuki. ¿Qué te he dicho sobre observar a escondidas? —regaño, la mencionada sólo agacho la cabeza recibiendo el regaño del mayor.

—Que no debo de hacerlo. —contesto mirando hacía abajo evitando la mirada del hombre.

El hombre enternecido por la expresión de la niña sonrió.

—No te voy a castigar pero no lo vuelvas a hacer. ¿Entendido? —la niña levanta su mirada y sonríe feliz.

—Esta bien, padre, prometo que ya no lo volveré a hacer. —dice ella.

—Bien, es hora de que vayamos a casa. Tsubasa puedes irte a casa, el entrenamiento ya termino. —el susodicho asintió.

—Nos vemos mañana Kaito-sama, Natsuki-chan. —se despidió de ambos azabaches para luego partir a su casa.

Ellos comenzaron el rumbo a su casa, al llegar una mujer de cabellera negra azulada salió de la cocina, sonrió al ver en la entrada a su esposo e hija.

—Regresaron justo a tiempo, ya es hora de la cena. —la pequeña niña corrió hacía el comedor, sus padres rieron ante eso.

La familia comía en silenció pues no tenían algo de que hablar, hasta que alguien llamo a la puerta, Kaito se levanta de la mesa y abre la puerta encontrándose con un ninja.

—Kaito-sama lo necesitan en el consejo.

El mayor se coloco serio y asintió para luego ponerse sus zapatos.

—Shizuka regresare en dos días. —dicho esto partió junto al ninja.

Natsuki quien veía desde un poco lejos de la puerta se pregunto a donde iba su padre.

—Oka-san. ¿A dónde fue Oto-san? —pregunto curiosa.

—Fue a asumir su cargo Natsuki, tu padre regresara luego. —respondió mientras terminaba sus fideos.

La pequeña hizo un puchero y agradeció la comida para subir a su habitación.

Entro y cerro la puerta, se sentó en su futon y miro por la ventana, suspiro frustrada. Ella quería saber lo que su padre hacía cada vez que ese ninja aparecía en la puerta de su casa, pero al tener tan sólo cuatro años de edad su madre siempre le contestaba lo mismo cada vez que preguntaba a donde iba su padre.

Se recostó y miro al techo, poco a poco fue quedándose dormida.

〘···〙

Finalmente su padre había vuelto, después de dos días sin él la pasó como comúnmente lo pasaba, ahora mismo ella se encontraba en el jardín de su casa intentando clavar unas shuriken que tomo "prestadas" del armamento de su padre.

Tomo una y trato de clavarla en el centro de la diana, tras varios intentos fracasados escucho la voz de su padre ir al patio trasero pero siguió intentando clavar la shuriken. La puerta que daba al jardín se abrió, Kaito frunció el ceño al ver sus shuriken en suelo y otras clavadas en los árboles y unas dos en la diana, pero grande fue su sorpresa al ver que su hija toma una que era distintas a otras, corrió hacía ella tratando de que no la lanzará pero no llego a tiempo y la shuriken se clavo en el centro de la diana.

Pero rápidamente esta traspaso la diana y quedo insertada en un tronco.

—Natsuki. —la voz de su padre hizo que se pusiera pálida.

—Oto-san...—ella bajo la cabeza al notar la mirada severa de su padre.

Kaito tomo las shuriken del piso y procedió a tomar la que estaba insertada en el tronco, se sorprendió al notar un leve chakra azul rodear al arma, la tomo pero al instante noto que esta estaba demasiado profunda así que aplico un poco de su chakra.

Natsuki esperaba un regaño y un castigo por parte de su padre pero en vez recibió un gesto de cariño y orgullo al abrir sus ojos, y ver a los zafiros ojos de su padre. Ella sonrió y ambos se abrazaron.

Lo que Natsuki anhelaba en secreto se estaba cumpliendo al escuchar aquellas palabras salir de la boca del hombre.

—Natsuki, ya estás lista para que te entrene junto a Tsubasa.

Ella sonrió ampliamente emocionada por lo que siempre anhelaba, aunque esto era algo sumamente importante para ella y a su aldea.

Desde eso, Natsuki comenzó su entrenamiento junto a su padre y Tsubasa, un niño de su clan quien era su mejor amigo, ambos niños avanzaron. Esto sólo era el comienzo para la historia de Natsuki, hija del líder de la aldea y clan, hija de Shizuka Boru y Kaito Boru.

Grandes cosas le esperaban a esta niña, tanto buenas como malas.

Grandes cosas le esperaban a esta niña, tanto buenas como malas

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𝗟𝗢𝗡𝗘𝗟𝗜𝗡𝗘𝗦𝗦 | 𝗌𝖺𝖻𝖺𝗄𝗎 𝗇𝗈 𝗀𝖺𝖺𝗋𝖺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora