Capítulo 2: Masacre.

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Narrador Omnisciente

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Narrador Omnisciente

—¡Vamos, Natsuki-chan! —exclama Tsubasa corriendo siendo seguido por una niña azabache.

—¡Espera, Tsubasa-kun, vas muy rápido! —exclama con la respiración agitada al correr detrás del niño—. Eso no es justo, tú saliste primero que yo.

El niño rió ante el comentario de su mejor amiga y siguió corriendo para llegar al punto donde habían acordado, la casa de la niña, de pronto una mujer mayor azabache abría la puerta y pudo observar como los niños iban corriendo directo a ella. La mujer rió al verlos, Tsubasa había llegado primero donde se encontraba la mayor.

—Hiciste trampa, Tsubasa-kun. —reniega la niña.

—No es verdad, Boru-hime. —dijo burlón Tsubasa.

Ella le saca la lengua al escuchar el sobrenombre que le decían los aldeanos a ella, este hace lo mismo, la mujer ríe por las acciones de estos dos, sin duda ambos no han cambiado nada a pesar de ya haber pasado dos años desde el comienzo del entrenamiento de Natsuki por parte de su padre y cabe decir que ella era bastante buena en sus entrenamientos desde sus cuatro años donde jugo con las shuriken de su padre.

—Ya dejen de jugar y vayan adentro. —ordena Shizuka.

Los dos obedecen y van a dentro, Shizuka estaba preparando la cena mientras que Natsuki y Tsubasa veían la televisión, pero unos minutos después la mayor termina la cena.

—¡Natsuki! ¡Tsubasa! —llama Shizuka.

Los niños dejan de prestar atención al aparato y van a la cocina.

—¿Qué pasa, Oka-san? —pregunta Natsuki.

—La cena esta lista.  ¿Podrían colocar los platos? —ambos asienten sonriendo.

Mientras Shizuka iba con la comida detrás de los niños para colocarla en la mesa escucha el sonido de la puerta abrirse.

—Bienveni...—dice Shizuka pero se calla al ver el estado de su esposo—. ¿Qué ocurre, Kaito?

—T-Tenemos que irnos. —responde agitado.

—¿Por qué? ¿Paso algo? —inquiere su esposa.

Antes de que este pudiera explicar el por que debían irse los niños vienen a donde se encontraban Shizuka y Kaito.

—Otou-san bienvenido. —dice la pequeña oji-azul.

—Natsuki, Tsubasa. Preparen sus cosas. —ordena Kaito, los niños lo miran confundidos.

—¿Por qué? —pregunta Tsubasa.

—He dicho que preparen sus cosas, no tenemos mucho tiempo. —contesta el mayor.

—¿Por qué no tenemos mucho tiempo?

—Por que...—se interrumpió a si mismo al escuchar los gritos de los aldeanos fuera.

Kaito se vio desesperado al escuchar los gritos, él ya sabia el motivo de eso pero antes de que pudiera actuar unos ruidos extraños surgieron a sus espaldas y cuando iba a voltear la pared fue destruida por un hombre. Kaito miro asustado al verlo, Natsuki y Tsubasa se apretaron contra Shizuka, los tres no comprendían nada pero igual se asustaron más al ver detrás del hombre como su pueblo era cubierto en llamas y como los aldeanos trataban de huir pero después morían por más hombres que llevaban el mismo atuendo que el que estaba frente a ellos.

Sabiendo lo que se venía, los ojos azules de su padre comenzaron a ponerse cristalizados. al verlo voltear hacía ellos.

—Shizuka, cariño, te amo demasiado fuiste y siempre serás mi amor. —dice de pronto Kaito, la mencionada ya sabía a donde llevaba las palabras de su esposo así que comenzó a derramar lágrimas—. Tsubasa, pequeño, vaya que si eres un gran niño y que en un futuro lograrás grandes cosas, lo veo en ti, tienes mucho potencial como shinobi hijo, jamás olvides mis enseñanzas. —el susodicho lo mira con los ojos cristalizados—. Natsuki, hija. Crece fuerte y sana, se que serás una grande kunoichi cuando crezcas, lamento no haberte dicho cuanto de quiero, serás alguien poderosa y jamás olvides que siempre serás mi orgullo junto a Tsubasa.

La niña ya sabía a donde llevaban las palabras de su padre, algo que jamás pensó que podría llegar a ser pronto, una despedida. El hombre estaba por atacarlos pero fue detenido por Kaito.

—Shizuka vete con los niños. —ordena.

Esta obedece y sale corriendo con los niños en brazos, Natsuki observa desde los brazos de su madre como su padre pelea con aquel hombre hasta que ella comienza a llorar, Shizuka se alejo lo más posible y se detuvo para observar si los seguían pero al voltear pudo darse cuenta que los cuerpos de los aldeanos y ninjas yacían en el suelo, tanto adultos como niños, de pronto una silueta se encontraba delante de ella, esta al saber quien era toma de nuevo a los niños e iba a huir pero ya era tarde, el hombre los iba a atacar y no podían hacer nada por detener el ataque del hombre pero al no sentir nada Shizuka abre los ojos y puede ver a su esposo peleando con su atacante.

—¡Huyan! —ordena Kaito.

De pronto todo pasa en cámara lenta, Natsuki observa como su padre es herido por el hombre, las lágrimas se avecinaron y comenzaron a caer al suelo. Shizuka corrió nuevamente mientras que la azabache observaba el rastro de sangre y el cuerpo de su padre inerte en el suelo, corriendo sin parar y llevar un unos cuantos segundos no había otra opción. La mayor se detiene y se para, baja a los niños y los esconde entre unos árboles y arbustos.

—Escúchenme bien, si no regresó, no salgan hasta que sientan que todo es seguro. ¿Entendieron? —los dos asienten—. Tsubasa protege a toda costa a Natsuki por favor, no olviden que los quiero pequeños.

Dicho esto, Shizuka besa su frente y comienza a correr para atraer la atención del hombre que la seguía desde atrás, todo estaba en silencio pero el grito de la mayor retumba en el bosque, Natsuki se cubrió la boca para retener gritos de sollozos al ya saber lo que ese grito significaba, unos pasos surgieron detrás de unos árboles cercanos a ellos. Ambos temieron lo peor y más cuando Natsuki no pudo evitar que saliera un sollozo y eso provoca que los pasos se acercaran más, Tsubasa recuerda lo que Shizuka le dijo segundos antes de que se fueran, él voltea a ver a Natsuki llorar y le revuelve el cabello.

Este sale de su escondite y puede ver como el fuego se expandió mucho más ya que a unos cuantos metros los árboles se quemaban, justamente donde aquel sujeto se encontraba y tan rápido como las llamas se expanden más cuando el niño es atacado.

La azabache observo como su mejor amigo era atacado pero las llamas no le dejaron ver su cuerpo pero ella supo que Tsubasa ya no estaba con ella y sintió como sus ojos cambiaban hasta que esta recibe un golpe en su nuca y escucha su voz.

Perdóname, Natsuki.

—Perdóname, Natsuki

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𝗟𝗢𝗡𝗘𝗟𝗜𝗡𝗘𝗦𝗦 | 𝗌𝖺𝖻𝖺𝗄𝗎 𝗇𝗈 𝗀𝖺𝖺𝗋𝖺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora