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Advertencia: Capítulo sumamente largo, leerlo todo completo, gracias.
Narrador Omnisciente
Sin duda alguna ya cada vez estaba más cerca de la guerra, pues cada vez sentía más chakras cercanos a ella. Por lo que sin dudar activa un poco de su chakra para poder ir más rápido.
Y lo hizo, pues a lo lejos pudo ver una cabellera rubia, y sintió que uno de ellos era del Uzumaki y el otro aún lo desconocía. Así que sin más se dirige hacía ellos, y al ya estar cerca de ellos, se posiciona aún lado del rubio para que este la notará.
—¿Hacía dónde se dirigen? —pregunta Natsuki a lo que el rubio se sorprende y la mira.
—¡Natsuki-chan! —grita deteniendose para poder abrazarla.
—Ya suelta, rubio. —dice divertida, este se separa de ella y ella logra darse cuenta de su aspecto diferente—. ¿Qué te pasó?
—¿Eh? —pronuncia confundido.
—Estás diferente.
Y al fin este capta lo que quiso decir con ello y decide contarle pero nota que ella también lo estaba así que ignora contestarle y le pregunta sobre su nuevo aspecto.
—¿Qué es lo que te paso a ti, Natsuki-chan? —dice.
—Primero contéstame a mi. ¿Van hacía la guerra? —pregunta esta a lo que él asiente—. Bien, mientras vayamos para allá te explicaré lo que me sucedió y tú también me contarás como fue lo tuyo.
Y así ambos vuelven a saltar por los árboles con la misma persona con quién venía el Uzumaki, que ya había notado que era el Jinchuriki del Hachibi, Killer Bee, hermano menor del Raikage. Mientras ambos oji-azules explicaban lo sucedido, para que después de unos segundos no dijeran nada, o eso hasta que la azabache nota al rubio asentir.
—¡Ganaremos! —grita este con decisión.
Cuando de pronto, a lo lejos algo se iba acercando a los tres, eran nada menos que el enmascarado y los Jinchurikis, estos se ven hasta el punto de estar bastante cerca, lo suficiente para que sus frentes chocaran.
—Oye...—dice Killer Bee al ver como el enmascarado y Naruto chocaban sus frentes, cuando estos lo hacen se haceb hacía atrás debido a la fuerza que impusieron al chocar, Bee lo tomó para que no cayera mientras la azabache miraba al enemigo—. Cálmate, Naruto. Ese maldito, ese mal bicho.
—Maldición, es muy duro. No conseguí hacerle ni un rasguño. —se queja.
—Podría haber dejado que sigas adelante. Pero ni siquiera pudiste dañar mi máscara, ese no puede ser todo el poder de quien controla al Kyubi. —dice en enmascarado.
