Capítulo 34: Reiko Harada.

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«Boru Shiden: Reiko Harada»

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«Boru Shiden: Reiko Harada»

Narrador Omnisciente.

La azabache frunce el ceño confundida al escuchar el nombre del enemigo, en cierta forma se le hacía conocido el nombre Reiko pero no podía ser aquella niña que la admiraba durante su infancia. El enemigo aprovecho que la oji-azul estaba distraída pensando así que decidió atacarla.

—Futon: Kattingu no Jutsu.

La castaña tomo unas kunai y con ellas comenzó a intentar herir a la azabache.  Está se dio cuenta de lo que la mujer trataba de hacerle, así que tomo sus kunai y le dio un poco de su chakra para contrarrestar el ataque del enemigo.

Con ello la batalla comenzó, ambas trataban de herir a la otra pero era inútil, kunai contra kunai, sólo dejaba escucharse el sonido de las cuchillas chocar. La azabache vio como el enemigo  trataba de herirla en zonas específicas, logrando hacerle una leve cortada en su mano izquierda, la Boru se alejo de ella.

—¿Quién eres? —vuelve a preguntar lo mismo Natsuki.

—Ya te lo dije. Reiko Boru. —contesta lo mismo.

—No puedes llevar el nombre de mi clan, yo soy la última que queda de ellos. —dice Natsuki.

La castaña hace una sonrisa lobuna.

—¿Qué se siente saber que no eres la única? —pregunta con burles ganándose un gruñido en respuesta.

—No te creo nada. ¡Dime quien eres de una maldita vez! —exige la azabache.

—Es tu problema si no me crees, ya te dije quien soy, no tengo por qué volver a repetirtelo.

—Bien, así su lo quisiste. —anuncia Natsuki pero antes de pueda decir algo más se ve interrumpida por otra fuma shuriken de la supuesta Boru—. Kaze no Ikari.

Logra detener la fuma, un sello en su mano izquierda y sus ojos azules brillar hace sonreír de lado a su oponente.

—Finalmente lo tomas enserio. —dice Reiko—. Ahora yo también lo haré.

La castaña comienza a hacer sellos y que de forma rápida un chakra de color azul la rodeara haciendo sorprender ligeramente a la azabache, pero lo que verdaderamente le hace abrir los ojos casi como platos fue el ver como está comenzó a activar el Rinnegan. De forma rápida el enemigo levanta su brazo hacía ella y que un montón de rocas comenzarán a separarse de la tierra y tratar de atrapar a Natsuki.

Está activa de inmediato el Modo Raito para que su Rinnegan contrarrestará el ataque de la otra Boru, y que al separarse de todas esas rocas da un salto hacía atrás y quedar de cuclillas a unos metros de la mujer.

—¿No reconoces esté Rinnegan, Natsuki? —pregunta la mujer iniciando una charla entre las dos.

—¿Por qué debería hacerlo?

—Me decepciona el que no sepas de quien es este Rinnegan. —dice con falsa decepción, la ahora portadora del Modo Raito mira con notoria seriedad el doujutsu de la enemiga y que saber a quién le pertenecía ese doujutsu—. Al parecer ya has captado de quien era.

La Boru toma sus kunai y aumentando aún más el Modo Raito.

—¿Cómo lo conseguiste?

Reiko suelta una corta risa burlona.

—Me parece patético que aún siendo tú una de las mejores ninja no captes todo lo que pasa. —espeta está—. ¿O no crees lo mismo? Eh, Natsuki-sama.

Natsuki-sama.

—Keitaso. —con ello indujo a la azabache en un genjutsu. Está trataba de salirse de el pero se vio interrumpida por las palabras de la castaña—. ¿Quieres saber que son las marcas en las muñecas de esos ninjas? Lo sabrás ahora.

El oscuro lugar donde se encontraban cambió para ser uno donde la azabache caminaba por la aldea de pequeña.

—Desde hace mucho te miraba caminar por la aldea. —confiesa Reiko y que después el lugar cambié para mostrar a una pequeña castaña mirar de lejos a una azabache—. No había día en el que no te mirará entrenar, tenía miedo de que me descubrieras pero eso cambio con lo que paso en la academia. —ahora el lugar era su vieja academia, justo en el momento en el que Natsuki mataba a golpes a Kiriko—. Ese fue el día en el que mi admiración por ti comenzó a subir cada vez más, hasta que finalmente me reuní de valor para hablarte por primera vez.

Natsuki miraba como está de más pequeña ignoraba a Reiko.

—Me emocioné demasiado cuando me dejaste pasar tiempo contigo. —explica Reiko—. Pero toda la admiración que te tenía se fue cuando me humillaste. Desde ahí comencé a aborrecerte, jurando que pagarías por lo que me hiciste, y pude lograrlo.

La Boru apretaba sus puños al saber exactamente a lo que se refería la mujer.

—Ellos no merecían que les hicieras eso. —gruñe con enojo—. ¡Ellos no tenían nada que ver en eso!

—No, pero eran cercanos a ti.

—¿Todo esto por lo que te dije ese día? ¡Es absurdo el haberlos asesinado por algo así! —gruñe Natsuki.

—¿Absurdo? Si, lo es. Pero eso no fue el principal motivo de haberlos asesinado. —responde—. Verás, desde el momento en el que supe de que alguien nuevo vendría a la aldea se me hizo algo sin importancia pero al saber cual era el nombre de tú clan, me hizo interesarme por el. No conocía nada acerca de su historia real, me llamo la atención su nombre, y así fue como descubrí que era un clan sumamente poderoso, ahí fue cuando mi admiración comenzó, pero no por ti, sino por tu clan. Hasta que eso cambió al verte entrenar cuando estaba pasando por ahí, y después de tu humillación comencé a buscar más información sobre tu clan, y así descubrir su historia, mi obsesión al  clan Boru creció cuando me enteré del Modo Raito y que eran poseedores del Rinnegan. Trate de buscar los ojos de Tsubasa Boru el supuesto ninja que había masacrado a su clan, no los pude encontrar, hasta que un tipo enmascarado me encontró y me propuso conseguir los ojos de Tsubasa a cambió de que yo matará a unas personas, así fue como conseguí el Rinnegan.

—¡Maldita! —gruñe Natsuki con furia oero siendo ignorada por la Harada.

—Al conseguir el Rinnegan, descubrí formas de utilizarlo, siendo así como  comenzó los asesinatos de los ninjas en las aldeas. —explica la castaña—. La marca que tienen en la muñeca me permite a mi para utilizar a la persona que está marcada. Conseguí todo lo que quería o casi, pues aún hay algo que me falta hacer.

La Harada toma una de sus kunai para ir en ese instante corriendo hacía la azabache y clavarsela, pero ella no se vio afectada pues el genjutsu comenzó a desaparecer y dejando lo que verdaderamente pasaba.

Natsuki había clavado su mano en el cuerpo de Reiko, provocando que está escupa sangre.

—Esto es por Yudai, Tetsuya y Mayumi. Maldita.

La azabache saca su mano del cuerpo de la Harada para que esta caiga al suelo.

La azabache saca su mano del cuerpo de la Harada para que esta caiga al suelo

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