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Natsuki.
El tiempo pasó, desde lo sucedido en el momento que pude despertar la maldición me hizo darme cuenta de que las cosas han estado cambiando, y que no conocía como creía a mi clan.
Pero no puedo esperarme más de eso por que mi clan siempre ha estado llenos de secretos, en el transcurso de la alianza shinobi comencé a entrenar más arduo pues tenía que, la última vez que había hablado con Yudai y los demás fue desde lo de Kirigakure, pero he de suponer que también están bastante fatigados por el comienzo de la guerra.
—Raiton: Shiboshi.
Un trueno se forma en mi mano izquierda para luego impactar en la arena, un rastro del trueno quedó pues en la zona de impacto dejo rastro. Últimamente así era la forma que pasaba todo los días, entrenar y descansar, una rutina que me ha ayudado mucho.
De pronto un ANBU aparece.
—Natsuki-san, Lord Kazekage requiere su presencia en el edificio. —suspiró pues no quería dejar de entrenar, así que sin más voy directo con Gaara.
Al ya estar allá, tocó la puerta esperando una respuesta.
—Adelante.
Abro la puerta y ahí me encuentro con Gaara viendo con un montón de papeles.
—¿Me llamabas? —digo a lo que él retira la vista de los papeles.
—Si. —dice dejando los papeles en el escritorio para luego levantarse y tomar un pergamino—. La Mizukage mandó este pergamino. —me lo extiende—. Dice que lo mandó a buscar directamente en tu vieja aldea, ahí lo encontró.
Frunzo el ceño al escucharlo.
—¿De mi aldea? —pregunto a lo que él asiente.
—Anteriormente le había comentado a la Mizukage acerca de que habías despertado la maldición, así que envió a unos ninjas para buscar entre los restos de tu aldea y al hacerlo encontró ese pergamino.
Yo asiento lentamente, a lo que el pelirrojo vuelve a su escritorio y volver a los papeles, así que procedo a acercarme.
—Te veré luego. —digo para luego besar su frente.
Me doy la vuelta con el pergamino en mano, el que la Mizukage haya encontrado este pergamino significaba que podría encontrar alguna pista sobre como controlarlo, pues a pesar de que ya no surgía de la nada sería realmente bueno si logrará controlarlo.
Así que me dirijo hacía aquel lugar donde suelo estar.
