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Narrador Omnisciente
La azabache estaba en el agua y con su chakra azul -el cuál ya había podido dominar- en sus manos, se había quitado su vestimenta para quedar únicamente con unos cortos pantalones y unas vendas que rodeaba su pecho.
—Suiton: Mizu Rentongen.
Tres rayos salen de la boca de la ojiazul para atacar a su clon quien esquiva los tres rayos y comienza a hacer sellos.
—Kaiton: Uchibi.
Unos rayos rojos rodean las manos del clon para atacar a verdadera Natsuki pero está activa la maldición o el Kairigan, como ella lo llama, pudo esquivar con facilidad su propio ataque e invocar los mismos rayos rojos.
—Kaiton: Akamigakatta.
Los rayos rojos desaparecieron de las manos del clon y desaparecer en humo al ser tocado por estos. Okisu sonrió aunque no se notará a simple vista, estaba orgulloso del progreso de su alumna.
—Bien, Natsuki-san. Ven, tengo algo que decirte. —llama Okisu.
Esta al escuchar su nombre asiente y va hacía él, deteniendose justo enfrente de el.
—Has progresado bastante rápido, sin duda has superado a tu padre y a Tsubasa-chan, ellos no han logrado lo que tú, Natsuki. —dice haciendo sonreír a la Boru—. Sigueme.
Dicho eso, Natsuki lo sigue para ir a la cascada, esta no entendía el por que Okisu miraba la cascada hasta que escucho como una puerta se abría. La pantera se sumergió en el agua al igual que Natsuki para seguirlo y llegar al otro extremo detrás de la cascada.
Allí había una puerta abierta, ambos entraron, y comenzaron a caminar hasta detenerse delante de una roca con el nombre gravado de Arashi Boru.
Natsuki mira a Okisu pues este la estaba mirando, así que se acerca a la roca para poder ver un pergamino junto a una caja, esta vuelve a ver a la pantera y esta asiente por lo que decide tomar el pergamino y la caja.
—Natsuki Boru, aún te falta mucho por recorrer como ninja. Pero se qué no me equivocó al confiarte estás kunai. —comienza Okisu—. Esas kunai le pertenecieron a Arashi Boru, él primer descendiente directo de los Otsutsuki.
Y sin más, esta abre la caja encontrándose con unas kunai de color plateado, con una marca en el mango, la misma que tenían sus shuriken.
〘···〙
—¿Quién fue Arashi Boru? —cuestiona Natsuki al no saber quien era.
—Aún no estás lista para saberlo, Natsuki-san, pero muy pronto sabrás quien fue él. Ahora te contaré algo que tomarás mal. —dice—. La guerra comenzó desde hace ya algunos horas atrás.
La azabache se levanta de inmediato y frunce el ceño molesta.
—¿Por qué no me lo dijiste? —exclama molesta.
—Por que aún no podías irte. —responde este levantándose—. Escucha bien lo que harás. El pergamino que tienes en la mano es demasiado importante y tienes que protegerlo, cuando finalmente la guerra termine deberás llevarlo de vuelta a tu aldea, al lugar donde pertenece.
—Entendido.
—Ahora, es hora de que vayas a la guerra.
Y dicho eso Okisu trató de regresar a Natsuki, pero al hacerlo no logró nada, lo intento de nuevo pero tampoco funciono, alarmado ante esa situación decide llamar a Kuhiro.
—¿Qué sucede, Okisu-sama? —pregunta Kuhiro.
—El sello no funciona.
—¿Cómo que no funciona? —vuelve a preguntar Kuhiro.
—Pues no, y tenemos que resolverlo de inmediato, Natsuki-san necesita volver. —dice la pantera.
Kuhiro también lo intenta al igual que Okisu, pero nada funcionaba, la Boru estaba comenzando a desesperarse.
—Lo siento, Natsuki-san, pero estás atrapada en Nerakku. —dice Okisu a lo aue que esta frunce más el ceño.
Pero de pronto esta desaparece, se había podido marchar, pero sin saber que sólo tenían que intentarlo de nuevo. La Boru ya iba rumbo a la guerra.
Y desde lejos, Okisu le deseo suerte a la azabache.
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