𝗟𝗢𝗡𝗘𝗟𝗜𝗡𝗘𝗦𝗦 | 𝗌𝖺𝖻𝖺𝗄𝗎 𝗇𝗈 𝗀𝖺𝖺𝗋𝖺

Capítulo 37: La boda de Naruto y Hinata.

Natsuki.

Ya cada vez faltaban menos días para la boda de Naruto, Kakashi había llegado a la aldea hace unos minutos, estaba junto a Gaara y Kankuro.

—Entonces, ¿Puedo pedir unos ninjas de la Arena para que nos ayuden en la boda? —dice Kakashi tomando su sombrero para luego inclinarse a nosotros—. Por favor, cuento con ustedes.

—Levante la cabeza, Sexto. —pide Gaara—. Los demás Kages estábamos pensando en que podíamos hacer. Creo que no hace falta exagerar. Yo también pensaba en qué podría hacer como Kazekage y amigo de Naruto.

—Yo igual, será un gusto ayudar. —dice Kankuro.

—Cuente con nosotros, Sexto. —digo guiñandole el ojo.

—A Naruto le debemos que naciera la paz y los lazos entre las aldeas. Colaborar para su boda es lo menos que podemos hacer. —dice Gaara sonriendo.

—Muchas gracias. —agradece el Hatake—. Aprovechando su amabilidad, quisiera pedirles otra cosa.

—¿Qué? Adelante.

—Konohamaru. —llama Kakashi y en eso sale un niño que creo yo de unos doce años.

—Voy. —dice el niño mientras nos grababa con la cámara que traía en la mano.

—¿Un videomensaje? —pregunta Kankuro viendo a la cámara—. Gaara, di algo.

—¿Y qué digo? —pregunta él sin saber que decir.

—Pues algún refrán. —dice Kankuro tomando a Gaara por los hombros.

—¿Quieres que diga un refrán? —repite Gaara.

—Eres el Kazekage, te sabrás alguno, ¿No? —insiste Kankuro a lo que él se seguía negando.

—Anda, di algo, rojito. —digo intentando que dijera algo pero no me esperaba ser cubierta de arena por mi novio al actuar tímido.

〘···〙

Finalmente había llegado el día de la boda, al frente de nosotros se encontraban el Raikage y su hermano.

—Hola, grupo del Kazekage. Aquí estamos los del Raikage. Un grandioso día es, en efecto. Si no olvidaron nada, saldrá perfecto. —dice Killer Bee con su usual rap a lo que yo sólo me limitó a saludarlo.

—Por supuesto, ni que fuéramos niños. —dice Kankuro.

—Miren mi regalo, y verán que no es en vano. Sea cual sea la respues...—dijo mientras sacaba dos carteles pero no pudo terminar al ser golpeado por el Raikage.

Una gota de nerviosismo baja por mi cabeza.

—Daremos inicio a la recepción. —dice una mujer un poco más a lo lejos.

—¿Dónde está Temari? —pregunta el pelirrojo a lo que sonrió de lado.

—Hace rato que no la veo.

—Está con Shikamaru. —respondo ganandome la mirada de sorpresa de los dos.

Con ello dimos comenzado la charla con Bee, o bueno, escuchar la charla de Kankuro y él. Pero no le preste mucha atención a su conversación pues la enfoque en Temari y Shikamaru, ambos estaban tomados de la mano.

—¿A quién miras? —me pregunta Gaara.

—A Temari y a Shikamaru. —contestó señalando a la nueva pareja—. Realmente se tardaron mucho para estar juntos. Igual que nosotros.

Veo como Gaara esboza una sonrisa.

—Pero valió la pena esperar. —dice él a lo que yo asiento.

De pronto de la pareja que estábamos hablando se nos acerca, pues sin darme cuenta yo y Gaara nos habíamos separado de Kankuro, Bee y el Raikage.

—Felicidades. —digo viéndolos.

—Gracias. —responde Shikamaru mientras Temari volteaba a otro lado con las mejillas rojas pero pronto nos mira.

—Natsuki. —me llama ella haciéndome una seña para acercarme a ella.

Frunzo ligeramente el ceño confundida, pero aún así me acerco a ella, ambas nos alejamos de nuestras parejas.

—¿Cuándo piensas decirle? —me cuestiona a lo que yo entiendo al instante de lo que hablaba.

—No lo sé. —respondo a lo que ella me mira seria—. Realmente no sé como vaya a reaccionar y muy dentro sigo pensando en respuestas negativas.

—Pues no deberías pensar así. Gaara te ama demasiado, te aseguró que se pondrá feliz cuando se lo digas. —dice Temari—. Debes decírselo ahora, antes de que comience la boda, ya casi están por salir Naruto y Hinata, así que ve allá y dícelo.

Asiento a regañadientes yendo de nuevo con ellos, la rubia y Shikamaru se van pero a espaldas de él me hacía señas para que se lo dijera.

Doy un largo suspiro por lo que iba a decirle a Gaara.

—Gaara. Necesito decirte algo importante. —digo con seriedad a lo que él me sigue hasta unos árboles de cerezo cercanos. Así que me coloco enfrente de él para decirle—. No sé como decirte esto, pero...

Me detuve sin saber el por qué, él me miraba con curiosidad.

—¿Pero? —repite él en un intentó de que terminará de decirle.

Suspire de nueva cuenta para armarme de valor y tomar sus manos. Buscando las palabras correctas para decirle.

—Gaara. Te amo demasiado y desde hace días no he podido de dejar se pensar en algo. —reveló notando como él me miraba con un poco de preocupación—. Sabaku no Gaara. ¿Quisieras permanecer conmigo el resto de nuestras vidas?

Listo, lo había dicho. Puedo notar como él comenzaba a temblar levemente y su pulso aumentar más al igual que un leve pero claro rubor surge en sus mejillas.

Dándome su respuesta y que me haga estar de lo más emocionada.

—Claro que sí, quiero pasar el resto de mi vida contigo.