Capítulo 23: La maldición del clan Boru II.

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Narrador Omnisciente

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Narrador Omnisciente

Ambos comenzaban a recordar todo lo que habían vivido en el pasado, de pronto un fuerte dolor de cabeza surgió en la azabache, esta se tomo la cabeza tratando que disminuía pero ese cada vez se hacía más fuerte, a tal punto en el que su chakra comenzaba a rodearla pues esto era una forma de que demostrará el dolor que sentía. Y eso llamo la atención de los otros tres al verla tomarse su cabeza, Sakura trata de acercarse a ella pero al hacerlo el chakra que la rodeaba le hizo retroceder pues le quemaba ese chakra.

Mientras tanto, Kakashi la miro extrañado de eso pero en cambio Madara que se encontraba alejado de ellos sonreía de lado al verla, esta sintió como poco el dolor bajaba y eso le hizo soltar su agarre en su cabeza y que se colocará recta pero al ver al frente pudo ver las expresiones sorprendidas de los tres de la hoja, no entendía el por que estaban así, hasta que pudo notar que su mirada era diferente, pues al ver a su alrededor podía ver todo con mucha más claridad.

¿Acaso ese es el Sharingan? —piensa Sasuke al ver sus ojos rojos.

—Finalmente has despertado la maldición, Natsuki. —dice Madara a lo que ella alza una ceja confundida.

—¿Qué maldición? —cuestiona Natsuki.

—Veo que no sabes sobre ella. —dice Madara—. Te contaré, como ya sabrás la verdad sobre Tsubasa y algunas cosas de tu clan.

¿Tsubasa? —piensan Sasuke y Naruto al escuchar el nombre.

Natsuki se coloca un poco tensa al escuchar su nombre.

—Desde hace demasiado tiempo se creía en que tú clan, el clan Boru tenía descendientes directos de uno de los tres grandes doujutsu, con ello llevo que muchos comenzarán a creer en eso o eso fue hasta que finalmente se dieron cuenta de que sólo eran rumores. Y una gran parte que lo creía eran ninjas. —explica el Uchiha.

—En pocas palabras, ustedes. —masculla la Boru.

—Exacto. Y como ya sabrás lo que paso con tu clan, supimos que todo de ello era una mentira, o casi. —anuncia—. Pues en el proceso en el que Tsubasa llevo para despertar ese doujutsu pudo lograr despertar lo que tú ahora mismo posees. La maldición, algo que se creía un mito pues se decía que este era el doujutsu ya que es bastante similar al Sharingan, el cual tiene las mismas funciones pero que no puede ir a otras faces, pero si perfeccionar. Tsubasa pudo llevar la maldición a un punto tan alto que era considerado ya perfecto pero no era así, él creía que podía llegar más lejos pero ya sabes que paso después. La maldición del clan Boru, esa era la forma en que todos la conocían, con un poder inimaginable y que nunca tenía un límite, pero que aquellos poseedores de el sufrirían el costo de tal poder. Por el resto de su vida viviría en completa soledad siendo consumido por la oscuridad hasta morir.

La azabache se sorprende de eso, pero no dice nada al respecto, y con ello Madara y los demás desaparecen pero no sin antes ver de nueva cuenta los ojos rojos de la Boru.

Sin duda alguna ella es como él. —piensa Madara antes de desaparecer.

〘···〙

Natsuki.

Han pasado ya algunos días desde lo que me había enterado, al haber vuelto a la aldea le explique a Gaara el motivo de que debía proteger a Sasuke, este al principio se puso bastante serio pero luego comprendió que era una promesa a un amigo mío. Todo por así decirlo volvió a la normalidad, yo seguía mis entrenamientos como normalmente lo hacía, pero esta vez con el mismo pensamiento en mi mente.

La maldición, el cual se suponía era un doujutsu de mi clan, pero nunca había escuchado de el hasta que pude despertarlo, pero nunca se lo había visto a alguno de mi clan o a Tsubasa. Así que decidí buscar información sobre este pero no encontré nada.

—¿Estás bien? —pregunta Gaara quien estaba a mi lado derecho.

—No. —respondo—. Últimamente he estado pensando lo que ocurrió en la cumbre.

—¿Te preocupa Sasuke?

—No, no es él. Es respecto a lo que te mencione de la maldición.

Veo como Gaara se sienta recto y me mira con el ceño fruncido.

—¿Aún sigues pensando en eso? —cuestiona.

—Si, pero en lo que ha pasado los días después de la cumbre sabes que he despertado la maldición demasiadas veces. —contesto dejando en claro las cosas que han sucedido desde ese día.

Pues era así, la maldición se despertaba sin que yo quisiera.

—No dejes que el tema de la maldición abarque todos tus pensamientos, eso provoca que tus emociones se descontrolen y que la maldición aparezca. —dice a lo que yo me limito a fruncir levemente el ceño.

Gaara tenía razón, no debía dejar que este tema se llevará todos mis pensamientos. Así que sin más trate de olvidar ese tema al menos por un momento, el estar con él me hacía olvidar mis penas, debo aprender a controlar mis emociones o al menos hasta que pueda controlar un poco a la maldición. Y con ello me deje consumir por lo cálido que era estar con el pelirrojo.

Él era la alegría que me hacía olvidar todo lo malo.

Él era la alegría que me hacía olvidar todo lo malo

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𝗟𝗢𝗡𝗘𝗟𝗜𝗡𝗘𝗦𝗦 | 𝗌𝖺𝖻𝖺𝗄𝗎 𝗇𝗈 𝗀𝖺𝖺𝗋𝖺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora