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«Segunda parte»
Natsuki.
Tres años.
Tres años pasado desde que me había convertido shinobi de Suna, realmente me sorprende lo que había cambiado en esos años, pues si hablamos físicamente mi estatura era bastante a mi parecer pues era de 1.67 y que decir de los cambios de mi cuerpo, pero eso ya sería bastante notorio (multimedia). Pero también había cambiado emocionalmente, seguía teniendo aquel carácter frío que me caracterizara pero me había vuelto un poco menos fría con algunas personas.
En cuanto a mi habilidades ninjas era una de las mejores jounin de la aldea, y así era, me habían subido de rango después de un año de estar aquí, a mis ya 17 años aún seguía viviendo con rencor hacía esa persona pero supe como afrontar la muerte de mi clan entero, ahora mismo me encontraba en una misión, esta consistía en recibir un comunicado por parte de un pequeño pueblo a las afueras del país del Viento. Con éxito pude llegar al pueblo y que me entregarán un pergamino, ahora ya iba rumbo a la aldea pero una extraña sensación me invadió, esta era oscura y eso significaba que algo había pasado. Comienzo a saltar más rápido y apresurarme para saber lo que pasaba, de pronto me tropiezo con alguien.
—Maldición. —maldigo frotando mi cabeza.
—¿Natsuki-chan? —dice una voz conocida para mi.
Cuando abro los ojos me doy cuenta de que no estaba sola.
—¿Rubio? —llamo con una leve sonrisa.
De pronto siento que me abrazan, y yo acepto gustosa la muestra de afecto de Naruto, cuando ambos no separamos me doy cuenta de que Sakura, Kakashi y Temari estaban ahí. Frunzo el ceño al verlos ahí.
—Ha pasado mucho tiempo desde que no nos vemos, Natsuki-chan. —dice el rubio y yo asiento.
—Naruto, tenemos que irnos. —dice Kakashi.
El rostro de Naruto cambia de ser de felicidad a ser uno tristeza, miro a Temari y también demuestra su tristeza pero también se añade la preocupación. Definitivamente había sucedió algo malo durante mi ausencia.
—¿Qué sucedió, Temari? —pregunto hacía ella.
—¿No lo sabes? —me cuestiona sorprendida.
—Natsuki, Temari. Debo decirles que este no es un buen momento para hablar, y por lo que veo, Natsuki va rumbo a Sunagakure, así apresurémonos a llegar. —ordena Kakashi.
Entonces vuelvo a emprender rumbo a la aldea pero esta vez acompañada, me coloco aún lado de Temari para poder saber que pasaba.
—¿En dónde estabas, Natsuki? —pregunto Temari.
—En una misión fuera. —respondo y ahora soy yo la que pregunta—. ¿No estabas en Konoha por lo de los exámenes?
—Sí, ya había acabado con ello e iba de nuevo a la aldea pero en mi camino me encontré con ellos. —contesta.
