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INICIO PRIMER ARCO

Los minutos pasaban más lento de lo normal, algunos dormían en clases y otros dibujaban sin prestar atención a lo que decía el profesor.

Sin embargo, una persona de todas las presentes escribía la materia en su cuaderno de croquis color mostaza. Min YoonGi. Sus lindos ojos gatunos le daban una apariencia pacífica, su pálida piel y leve tono carmesí sobre sus mejillas lo hacían ver tierno, y sus voz grave y profunda terminaban por hacer la combinación perfecta. Sin duda era el tipo ideal para la mayoría de las señoritas de la escuela. Inteligente, simpático y buen deportista, se destacaba mucho en el deporte, sobre todo en basquetball.

Durante años pasados había sido el capitán del equipo, hasta que decidió salirse de aquel deporte. No tenía tiempo para esas cosas, tampoco tenía tiempo para estudiar.

Su edad en ese entonces era de 14 años. Era sin duda un chico perfecto. Tenía unos padres maravillosos, una casa no muy grande pero bastante linda y ordenada, y lo mejor es que era hijo único.

Todo empeoró cuando le diagnosticaron tuberculosis a su querida madre. El tratamiento para esta enfermedad era realmente caro, su padre tuvo que trabajar horas extras para poder juntar más dinero. YoonGi también quizo ayudar. Y aquí empezó el gran problema.

Su apariencia era sin duda demasiado tierna, lo que no le ayudaba mucho. Cambió su apariencia para parecer más grande, cosa que funcionó.
Junto a sus amigos comenzaron a robar y luego vendían las cosas que robaban, para así ganar algo de dinero extra y poder ayudar a su padre. Todo iba bien, hasta la muerte de su padre.
Sus notas habían bajado bastante, ya no era tan lindo para las chicas. Su apariencia estaba demacrada y ya no era el chico alegre de antes. Ese año, repitió de curso, sus notas llegaron a ser tan bajas que no bastó para seguir avanzando. La angustia era tanta, que poco a poco su padre se fue quedando sin energías para seguir adelante. Causando así que se suicidara.

YoonGi la pasó mal en esa etapa de su vida. Su padre ya no estaba para ayudarlo a juntar dinero y ayudar a su linda madre, quien ya no tenía fuerzas para moverse. Comenzó a vender droga en los barrios bajos. Ganaba mucho más dinero que robando cosas en las casas lujosas.

Llevaba tanto dinero juntado, pero aún así no era suficiente. A finales del segundo año no logró buenas calificaciones, nuevamente repitió ese curso. Pero no le importó, él quería ayudar a su madre a salir adelante. Hasta que murió.

Le faltaba tan poco dinero que cada vez tenía más esperanzas de que su madre viviría una vida tranquila junto a él. Pero ya era tanto que no soportó seguir viviendo un minuto más. Dejando así a su querido hijo de 16 años completamente solo.

Luego de sus dos años repitiendo, decidió volver a su vida normal. Volvió ya ser el chico alegre de antes, aunque le costaba mucho. Sus calificaciones subieron rápido y volvió a ser el chico listo de la clase.

Pero había un chico, un chico bastante inteligente y que era igual o incluso más malo que él. Sintió tanta admiración hacia aquel ser. Quien por ser rudo, apuesto e inteligente, no bajaba sus notas ni de por si acaso. Era una admiración incomprensible, ese chico era perfecto. Tenía buenos amigos, buen hogar, padres vivos y una pequeña hermanita. Aunque algunas veces sentía tristeza por él, pues, su hermana no tenía más de 13 años y él era todo un matón. Pobre de esa chica dirán ustedes. Pero Park Jimin era así por alguna extraña razón que solo su mejor amigo Kim TaeHyung conocía.

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