-Capítulo XXVIII-

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•Narra Sasuke•

Esa noche estaba haciendo frío, así que decidimos dormir con una sudadera puesta y unos pantalones de pijama. Nos acostamos y, como siempre, lo acurruqué en mi pecho y lo abracé. Él hizo lo mismo y a los pocos minutos, nos quedamos dormidos.

No dejaré que nada malo te suceda, voy a protegerte con mi vida. Te amo Naruto...

~A la mañana siguiente~

El sonido de la alarma de mi celular me despertó, esta vez no me extrañé del cálido cuerpo que estaba a mi lado; pues ya me estaba acostumbrando a su presencia. Lo miré detenidamente, dormía como un niño, su respiración era tan tranquila que me hacía pensar que nada podría lastimarnos... Al cabo de unos pocos minutos, me decidí a despertarlo con un suave beso. Naruto abrió sus ojos lentamente y me miró con ternura:

-Buenos días Sasuke.- Dijo sonriéndome y abrazándome fuerte como si no quisiera que me fuera.

-Buenos días Naruto.- Y lo besé de nuevo, después comencé a acariciar sus hermosos cabellos rubios.- Hay que levantarnos ya... se nos hará tarde para ir al instituto dobe.- Dije divertido.

-Mhmm no quiero dattebayoo.- Y ocultó su rostro en mi pecho, quería abrazarlo pero sabía que si lo hacía,  no podría separarme de él después.

-(Me incorporé) Anda, yo haré el desayuno mientras tú te das una ducha ¿vale?

-¿Me darás ramen?- Sus ojos azules brillaron.

-No, no te daré ramen siendo tan temprano, usuratonkachi.- Dije ya cruzando el marco de la puerta.

-Entonces no iré al instituto (se cubrió con las cobijas de nuevo).

-(Regresé sobre mis pasos y lo miré). Está bien, en la tarde iremos a comer a Ichiraku, pero levántate ya por favor.

-¡¿Enserio?!

-Jaja, por supuesto, pero apresúrate o llegaremos tarde.

Hicimos lo propio y mientras Naruto desayunaba, yo me metí a bañar. Salí y me puse el uniforme, cerramos con llave la puerta de la mansión y emprendimos el camino a la escuela.

-Ne Sasuke...

-¿Sí?

-Hoy vayamos por un camino distinto, solo para salir de la rutina dattebayo (sonrisa).

-(Lo miré pensativo durante unos segundos) Claro, porqué no (sonrisa).

Comenzamos a caminar por una calle distinta, habían muchas tiendas que vendían regalos, desayunos, ropa, etc. Nunca había caminado por ahí, y Naruto parecía fascinado por todo lo que estaba viendo, ya que nuestra antigua ruta era un tanto silenciosa, segura por supuesto, pero muy silenciosa. Llegamos al instituto y Sai no estaba ahí el día de hoy. Algo inusual... En fin, que haga lo que quiera.

Entramos al instituto y luego nos dirigimos al salón:

-¡Hola dattebayo! (Sonrisa)

-¡Naruto, Sasuke!- Saludaron Ino y Karin, respectivamente.

-Se les hizo un poco tarde ¿no?- Dijo Shikamaru, burlón.

Me enamoré de un chico... (Sasunaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora