Dedicatorias para los tres primeros lectores que comentaron en el capítulo anterior:
@PazSepulvedaBox (Primer comentario)
IamaVampir (Segundo comentario)
@KellyYandere (Tercer comentario)
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Narrador omnisciente:
Había sido una ardua tarea pero por fin habían llegado a casa, cargados de miles de bolsas, pero habían vuelto.
–Bien, dejad todo eso ahí y luego decidid quién sacará a Joey a pasear ¿De acuerdo? –Dijo Gabriel mientras señalaba un espacio libre junto al árbol.
Ella sólo llevaba el bolso y dos bolsas pequeñas en las cuales tenía el regalo perfecto para sus abuelos.
–¿Va en serio? Oye niñita yo no soy el esclavo de nadie –Le reprochó Dorian mientras fruncía el ceño.
Gabriel se acercó a él con el ceño fruncido, luego le miró de arriba a abajo y sonrió con astucia.
–Dorian, dime una cosa. Cuando caíste a la tierra, está claro que dejaste de ser un ángel pero no estoy muy segura de lo que eres. De modo que, ¿Eres humano al cien por cien o sólo una parte de ti es humana? –Le preguntó Gabriel mientras alzaba una ceja y le dedicaba una media sonrisa.
–Soy completamente humano. ¿Por qué me lo preguntas? –Le contestó Dorian con cierta sensación de inquietud recorriéndole todo el cuerpo.
–Hum, interesante. Si eres completamente humano, significa que puedes sangrar y morir como cualquiera de ellos y eso nos lleva a la siguiente cuestión, que es la siguiente: ¿Cuánto tiempo crees que puedes estar corriendo, antes de que yo me abalance sobre ti en mi forma lobuna y te arranque la cabeza de un mordisco? –Le dijo Gabriel mientras se sujetaba la barbilla con la mano izquierda y miraba al techo con expresión pensativa.
Dorian giró su cabeza hacia Lucifer y le lanzó una mirada de auxilio, pero la verdad es que Lucifer estaba igual o incluso más sorprendido que él, por las palabras de Gabriel.
–Ya me parecía a mí, ahora encargaros de dejar todo donde yo os indique y por el amor de dios. No me cabreéis más de lo que ya lo habéis hecho con vuestra sorpresa de esta mañana ¿De acuerdo, chicos? –Les dijo Gabriel mientras sonreía con su última pregunta, algo que provoco un estremecimiento en los dos hombres de pie frente a ella.
–Sí –Dijeron ambos de inmediato y sin pestañear si quiera.
Ante eso, Gabriel no pudo evitar sonreír satisfecha. Después de todo, los consejos que le había dado su abuela para controlar a Lucifer y a cualquier idiota que se pusiera por encima de ella, estaban funcionando a las mil maravillas.
Cuando Lucifer terminó de ordenar todas las compras, Gabriel cogió las llaves del coche y bajó las escaleras, rumbo a casa de sus padres.
Hoy era el día en el que su madre viajaría a Rusia para estar junto a su padre.
–Hola cariño, ¿qué haces aquí? –Le preguntó Jessica, que sostenía un jersey en la mano izquierda.
–Venía a darte un último abrazo antes de que te marchases, espero no llegar en mal momento –Dijo Gabriel mientras observaba con una sonrisa divertida la montaña de ropa que tenía su madre sobre la cama y el sofá del recibidor.

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Resurrection
VlkodlaciVampiros y Lobos, libro 3: Gabriel jamás se imaginó que sería la novia del diablo, pero sólo había que echar un vistazo al desastre que era su vida para comprobar que no estaba equivocada. Como si eso no fuera problema suficiente, su tío paterno, Ta...