Resurrection

Capítulo 15

(En multimedia, Taric actualmente)

Leed la nota final por favor, es sumamente importante para mi y trata de algo que seguramente os guste.

Ahora sí, que disfrutéis de la lectura y muchas gracias por vuestra atención ☺

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Pov Taric:
Han pasado 18 años y aún sigo esperando a que me traigan la corona que por derecho me pertenece a mi y no al inútil de mi hermano Sergey.

Siempre era él el que destacaba, ya fuera en deportes, con las mujeres, en las cenas familiares o en el instituto.

–Pero se acabará muy pronto, querido hermano –Me dije a mi mismo en voz alta.

–Príncipe Taric, ha llegado un miembro del consejo licántropo y dice que solicita hablar con vos inmediatamente –Me informó el guardia que custodiaba la puerta del salón real.

Lugar donde yo me encontraba, justamente frente al trono me difunto padre al cual maté yo mismo... por suerte para mi madre, la amaba demasiado como para matarla, al fin y al cabo ella me trajo al mundo ¿no?

–Hacedlo pasar... ¡¡AHORA!! –Grité al ver que el muy imbécil aún estaba ante mi.

Pasaron varios minutos en los que mi paciencia estaba siendo puesta al límite, no me gusta que me hagan esperar ni tampoco que los jodidos guardias que deberían postrarse ante mi, le procesen amor y respeto a Sergey.

ÉL NI SIQUIERA ESTÁ AQUÍ PARA PROTEGER AL REINO Y AÚN ASÍ LO VENERAN COMO SI FUESE UN DIOS

Y yo mientras tanto desviviéndome por este asqueroso pueblo sin el cual yo jamás sería rey, yo soy el mejor candidato al trono ¿tan difícil es de ver para el pueblo?

–Príncipe Taric, me alegra volver a veros aunque lamento mucho la muerte de vuestro padre. era un gran rey, como ya no los hay... –Dijo el miembro del consejo licántropo a mis espaldas, yo me giré y me encontré una vez más con el rostro calmado y la mirada inteligente de Alain, un hombre de cuarenta años que aún creía en las clases jerárquicas entre las razas.

–Alain... demos un paseo, el castillo es muy grande y las paredes tienen oídos –Dije yo haciendo referencia a los ojos y oídos que no se perdían ninguno de nuestros movimientos.

–Empezaré diciendo que el contacto que teníamos con el consejo vampírico ha fallecido en circunstancias poco favorables para la vista... –Dijo Alain, una vez que ya estábamos en el jardín del castillo.

Yo tomé aire y luego solté un suspiro dejando caer mis hombros como si me importase una mierda lo que les pasase a esa panda de chupa sangres que esclavizó a nuestra raza durante milenios.

–Un vampiro menos que eliminar del mapa, ¿quién se encargó de liquidarlo? –Pregunté curioso mientras tomaba entre mis manos una rosa roja del enorme rosal que mi madre había plantado con la ayuda de las criadas.

–Lucifer –Dijo Alain con tono preocupado, ya había oído que el mismo diablo había subido a la tierra para reclamar a su reina, la cual no era nada más ni nada menos que mi querida sobrina.

A la cual yo trataba de asesinar una y otra vez pero he de admitir que es igual de astuta que su madre y su abuela, además de que está protegida por TODOS los miembros de la familia Bladimir y Storm.

–Cada paso que doy, es una pérdida de tiempo si él sigue en medio y claramente el tiempo no es algo de lo que disponga –Dije yo mientras partía el tallo de la rosa por la mitad, con mi mirada fija en el horizonte.