Vampiros y Lobos, libro 3:
Gabriel jamás se imaginó que sería la novia del diablo, pero sólo había que echar un vistazo al desastre que era su vida para comprobar que no estaba equivocada.
Como si eso no fuera problema suficiente, su tío paterno, Ta...
caritoogonzal (Segundo comentario y por ayudarme a corregir el nombre de Sabrina) PD: Ella está en el segundo puesto debido a que una lectora le cedió el honor para que pudiese tener una dedicatoria ella también.
Llevo cuatro horas esperando a ese pajarraco y encima tengo frío. Porque sí, a medida que paso tiempo en la tierra mi cuerpo sigue cambiando, me estoy volviendo cada vez más humano.
–¿Aún no ha llegado? Eso no es propio de Haniel –Dijo una voz detrás de mi, cuando me di la vuelta me encontré a Dorian apoyado en el lateral derecho del maletero.
–¿Qué se supone que haces tú aquí, Dorian? –Le pregunté con el ceño fruncido.
–Sólo he venido a saludar a nuestro hermano, Lucifer. Cálmate, no es tan malo –Me contestó Dorian encogiéndose con una media sonrisa que me daba mala espina.
–No no sería nada malo si lo que dices fuese realmente cierto, pero no lo es. Vienes a vengar la muerte de Max, Dorian –Le dije yo mientras cerraba las manos en puños.
–¿Y acaso no tengo derecho a vengarme por lo que me hicieron, Lucifer? –Me reprochó él mientras daba un par de pasos furioso hacia mi.
–¡¡Entiendo cómo te sientes pero no puedes dejar que el odio nuble tu mente, Dorian!! –Me dije yo mientras alzaba un poco mi voz.
–Oh qué bonita escena, mis dos hermanos a punto de pelearse. Qué recuerdos... –Dijo alguien detrás de mi, yo me di la vuelta y me encontré nuestro hermano Haniel.
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–Oh Haniel, el pequeño Haniel –Dije yo mirándolo de arriba a abajo con una sonrisa divertida.
–¿Tanto te sorprende verme, Lucifer? –Me preguntó Haniel con una media sonrisa, sin mostrar los dientes.
Fue entonces cuando yo fruncí el ceño. ¿Acaso creía mi propio hermano que podría vacilarme?
–No, hermano. Por supuesto que no, aunque sí es cierto que me esperaba a nuestro hermano mayor: Miguel –Le dije yo mientras sonreía, sabiendo que nuestro querido hermano mayor me escuchaba desde allí arriba.
–No veo necesario la presencia de Miguel en esto, Luci –Me dijo Haniel con una sonrisa arrogante.
–¿Os arrepentís? –Preguntó Dorian, interrumpiéndome justo cuando iba a contentar a Haniel.
