Capítulo 39

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Dedicatorias a los tres primeros lectores que comentaron en el capítulo anterior:

GSAVC07 (Primer capítulo)

PazSepulvedaBox (Segundo comentario)

rosacuki (Tercer comentario)

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Narrador omnisciente:

Hoy era el día, hoy Johnny iría a hablar con las manadas de los países cercanos para que se aliasen con Taric y derrotar así a los Baldimir. Pero Johnny tenía otros planes porque en su interior, esperaba poder hablar a solas con los alfas de las manadas y así convencerlos de que debían unirse a Kira y fingir delante de Taric y sus hombres.

–¿Estás listo, Johnny? –Le preguntó Nathan con la mirada puesta en sus ojos.

Nathan empezaba a sospechar que algo pasaba con Johnny. No sabía que era exactamente pero su instinto le decía que algo en él no estaba bien.

–Por supuesto y déjame decirte algo. Si sigues mirándome de esa forma, te partiré la cara ¿Entendido, paliducho? –Le respondió Johnny con el ceño fruncido, debía andarse con ojo. Nathan no era tonto y si se descuidaba, podría descubrir que ya no estaba bajo el embrujo de Drake.

–¿Me estás amenazando, Johnny? –Le preguntó Nathan con una sonrisa llena de arrogancia.

–No, solo te estaba advirtiendo de lo que te pasaría si vuelves a mirarme desconfiado –Le respondió Johnny sin sonreír, sólo con una expresión neutral.

Nathan se inclinó hacia delante con el ceño fruncido, dispuesto a poner en su lugar a éste saco de pulgas. Por cosas como esta, Nathan odiaba a los licántropos, eran arrogantes, insufribles y absolutamente un grano en el culo.

Pero cuando la cosa iba con Taric, otro gallo cantaba.

–Escúchame bien, perro. Yo estoy por encima de ti, soy la mano derecha del rey, de modo que si te digo que saltes por un precipicio, tú lo haces sin decir ni una sola palabra ¿De acuerdo, saco de pulgas? –Le dijo Nathan con la mandíbula apretada, al igual que sus puños que descansaban sobre sus muslos.

–Ten cuidado con lo que dices, mi querido Nathan. No vaya a ser que tus palabras se muevan contra ti –Le dijo Drake, que había callado durante todo el trayecto hasta ahora.

– ¿Qué quieres decir con eso? –Le miró desconfiado Nathan mientras que Drake simplemente sonreía de forma misteriosa.

–Quiero decir que en cualquier momento tu suerte se puede acabar y tal vez tú acabes mal parado en la gran guerra. Algo que daría que pensar al rey, porque tendría que debatirse entre ganar la guerra y dejarte a tu suerte sin involucrarte de nuevo en sus planes o apoyarte ciegamente. Dime Nathan, ¿Por qué opción crees que se decantará nuestro amado rey? –Le respondió Drake con un encogimiento de hombros y una expresión calmada.

Nathan no dijo nada más y lo mismo pasó con Drake y Johnny.

El coche llegó hasta la enorme finca italiana (porque este había sido el primer país en el que insistió Taric) los guardias no tardaron en llegar hasta el coche y preguntar quiénes eran.

–Tenemos una cita urgente con tu alfa, dile que el mismísimo Johnny Storm ha venido a verle –Le dijo Nathan con una expresión arrogante.

El guardia miró a su compañero, quien tras recibir un asentimiento por parte del primer guardia, corrió hasta la casa del alfa para informarle de la llegada de Johnny.

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