"-Dime, Luci, ¿crees que algún día seremos perdonados? –preguntó Mammon, caminando junto a su compañero hacia el punto de reunión en el que habían quedado con las tropas demoníacas.
-Si te refieres al resto de demonios, a los ángeles o incluso a Chronos y Biblia, yo creo que ya nos han perdonado. Si te refieres a nosotros mismos... eso es algo a lo que no puedo contestar...
-Qué inútil...
-Lamento no poder decir algo molón para consolarte.
-Yo... quiero perdonarme... pero no puedo hacerlo...
-Eso es lo mismo que no querer. Sólo lo camuflas como que no puedes... pero en realidad no quieres hacerlo...
-En verdad, no eres muy bueno animando –le criticó, con el entrecejo fruncido.
-Lo sé.
-Quizás lo mejor sea que muramos en esta guerra. Sacrificándonos por los demonios. Así conseguiremos perdonarnos y redimirnos al mismo tiempo.
-No creo que eso sea lo que quieran los demás.
-Pero puede que sea lo que quiero yo..."
Un recuerdo de un pasado lejano se cruzó por la mente del pecado de la avaricia mientras continuaba su trabajo de detener la apertura de enlaces con su realidad. Por más que los años pasasen e intentase no pensar en ello, la sensación de que todo había sido culpa suya no desaparecía.
Estaba a punto de cerrar las conexiones que ya se habían realizado pero todavía había peligro de que quien estaba hackeando su realidad abriese una nueva. Por eso, necesitaba encontrar una manera de inutilizarle.
En su interior, el escenario se dibujaba como si fuesen números, formando secuencias que correspondían a cada parte del mundo alternativo que había construido. Aquellas zonas donde había conexiones tenían los números de dichas secuencias sustituidos por unos diferentes, distorsionando esa parte de la realidad e inutilizándola, de manera que volvía a cambiar al mundo original.
-Con esto ya hemos solucionado el principal problema –murmuró la niña, tras rehacer las secuencias-. Tengo que generar una barrera para que no vuelva a entrar pero, para ello, necesitaré verle en acción.
Dicho esto, esperó hasta que su contrincante intentase cambiarlas de nuevo y, actuando con rapidez, no sólo las devolvió a su estado anterior sino que estableció una conexión entre ella misma y el enemigo.
-¡Ahora vas a ver lo que es bueno!
Así pues, estableció una barrera en dicha conexión y copió el mismo proceso al resto de numeraciones para que la barrera se aplicase de igual forma- ¡Conseguido! –dijo, tras ver que no se volvían a producir aperturas.
En otro lugar, Judas Iscariote veía cómo se le impedía el acceso a la realidad de Mammon.
-Vaya, vaya. Parece que no soy lo suficientemente bueno como para competir en este campo con una especialista. En fin, no es como que mi habilidad se base en ello. Fue divertido mientras duró. Ahora mis compañeros tendrán que apañárselas solos –esbozó una sonrisa maliciosa-. Aunque yo creo que nuestro principal objetivo ya se ha cumplido...
Mientras tanto, el resto de los que estaban en casa de Eri se sorprendían por la reciente nueva fuerza que había adquirido Akira. El chico había conseguido mandar a volar a uno de los apóstoles de un solo golpe. Sin embargo, aquella no era la única sorpresa. La pobre Eri tenía que lidiar con su declaración pública.
ESTÁS LEYENDO
Defenderé a los demonios
ParanormalUna noche, Kasaiga Eri es salvada de ser asesinada debido a que desciende de la raza de los demonios. El nombre de su salvador es Hioni Reima, alguien encargado de defender a los de su especie.