Eri caminaba por los pasillos del hospital buscando una habitación en concreto. Tenía consigo un par de ramos de flores de varios colores, los cuales tenían atados sendos trozos de papel en los que había un mensaje escrito en conjunto por todos sus compañeros de clase, incluida ella.
Situándose frente a una puerta de madera blanca con un número situado en la parte de arriba, respiró hondo a la vez que cerraba los ojos durante unos instantes. Probablemente tendría que enfrentarse a alguna que otra situación complicada en ese momento pero estaba preparada. De hecho, ella misma había decidido tomar la iniciativa y plantar cara al problema.
Así pues, alargó la mano dispuesta a entrar cuando de repente la puerta se abrió, dejando ver la figura de una enfermera.
-Ah...lo siento... –dijo disculpándose para luego permanecer observándose la una a la otra- ¡Espera! ¡Eres la chica que vino el otro día a visitar a Shiina-chan!
La demonio se dio cuenta de que se trataba de la enfermera contra la que chocó la primera vez que vino a visitar a su amiga.
-Ho-hola –saludó con voz entrecortada. De alguna forma, aquel encuentro había conseguido apartar la tensión que tenía.
-Pasa, pasa. Acabo de... –a mitad de frase profirió un largo bostezo- ...ha-hacerle un pequeño chequeo. Dentro de nada podrá irse.
-Eso es genial –sonrió la joven.
-¡Shiina-chan! ¡Tienes visita!
-Gracias, Bel-san.
-No hay de...qué –dijo mientras se llevaba la mano hacia su boca al tener lugar un nuevo bostezo-. Nos vemos más tarde.
Dicho esto pasó por el lado de Eri y se marchó, dejando a la chica algo sorprendida por su manera de actuar. Tras esto, entró en la habitación, cerrando la puerta detrás de sí.
-¿Cómo te encuentras? –preguntó cogiendo una silla y sentándose al lado de su amiga.
-Deseando marcharme de aquí. No me gusta estar quieta y sin hacer nada. Además seguro que se me ha acumulado trabajo. Tengo que ponerme a ello cuanto antes –respondió con decisión.
-Ah, toma –la chica le extendió el ramo- Es de parte de todos los de clase. Sé que quizás ha llegado un poco tarde. Los preparativos para el campamento nos mantuvieron un tanto ocupados a todos.
-No importa. Gracias –dicho esto cogió el ramo y lo mantuvo en su regazo con la mirada puesta en él. Poco después levantó la mirada y la dirigió de nuevo hacia la demonio- ¿Qué tal está Luka?
-Está bien...
Después de lo ocurrido en el campamento, Luka fue llevada al hospital, seguido de todos aquellos que habían estado implicados excepto Asari, quien se quedó junto al resto de alumnos para explicarles la situación. Los dolores que había tenido antes de venir al campamento sirvieron como excusa para informarles tanto a sus padres como a sus compañeros de clase que había sido afectada por un fuerte catarro y que la fiebre le había provocado un desmayo. Desde entonces había permanecido en revisión en el centro, pero no se le había descubierto nada grave y sólo necesitaría un tiempo de recuperación. Al contrario que Shiina, al menos ella no había muerto una vez...
Eri suspiró, hundida en sus pensamientos.
-¿Estás bien, Eri?
-¿Eh? Sí, lo siento... –la joven desvió la mirada unos momentos antes de continuar-. Esto...Der...Hioni-sensei me dijo que es posible que a estas alturas tuvieses algunas preguntas que hacerme y...bueno...
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Defenderé a los demonios
МистикаUna noche, Kasaiga Eri es salvada de ser asesinada debido a que desciende de la raza de los demonios. El nombre de su salvador es Hioni Reima, alguien encargado de defender a los de su especie.