Capítulo 32: Irracionalidad

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-¿Qué? ¿Quieres que yo me encargue de hacer la medicina de Zebub? –preguntó Bel, confusa.

-Sí, incluso si ya está más recuperado, necesita seguir tomando su tratamiento, y yo ahora mismo me encuentro ocupado con otra cosa –contestó Chaos- Te he enseñado cómo hacerla, así que no deberías tener problemas.

-Lo sé...pero es la primera vez que lo hago sola...

-Estoy seguro de que saldrá bien. Te doy mi palabra.

-Si tú lo dices...

Chaos acarició su cabeza con el fin de calmarla.

-Cuida de Biblia e Eve mientras no estoy –sentenció, saliendo por la puerta y encontrándose a pocos pasos con Luci.

-Luci... –exclamó Chaos entre sorprendido y aliviado.

-Chaos, quiero que te enfrentes a mí –soltó el demonio con expresión decidida.

-¿Qué? ¿De qué estás hablando?

-Un combate de entrenamiento. Pero, esta vez, quiero enseñarte todo lo que he aprendido así que será mejor que te lo tomes en serio.

-¿Por qué haces esto?

-Quiero demostrarte que soy merecedor de tu confianza.

-Para eso, no necesitas combatir...

-Sí lo necesito. Si no aceptas, me marcharé de aquí y no volverás a verme.

-¿Lo dices en serio, Luci?

-Muy en serio.

Fijando sus ojos en los del joven, se dio cuenta de su determinación. Si no aceptaba su propuesta, le perdería. En el rostro de Chaos podía verse claramente lo poco que le convencía aquella idea.

-De acuerdo...

-Bien. El combate será dentro de dos días, en el bosque que hay siguiendo río abajo.

-¿Y por qué no hacerlo aquí?

-Ya he dicho que quiero que nos lo tomemos en serio. No creo que luchando cerca de esta casa podamos concentrarnos como es debido. Además, ¿no crees que luchar en otro lugar es mejor para mi entrenamiento?

-Supongo...

-Nos vemos entonces –dijo Luci, girándose para marcharse.

-¡Espera, Luci!

El joven desapareció en la lejanía, ignorando a su maestro y ante la triste expresión de éste.

Más tarde, la escena cambió a una en la que aparecía Luci entrando en el almacén de Mephisto.

-Así que has vuelto, joven –dijo el anciano demonio sin dejar de lado sus quehaceres y provocando que el recién llegado detuviese su avance.

-He venido a por la armadura que vimos Chaos y yo el otro día. Creo que ya estoy preparado para llevarla. Además, he recibido permiso de su parte.

-Ya veo. Adelante pues...no se ha movido de su sitio.

Pasando al lado de Mephisto con cierta desconfianza, Luci continuó hasta la habitación contigua, situándose frente al objeto que le permitiría enfrentarse a Chaos aun a riesgo de no poder quitársela durante el resto de su vida. En ese instante, tuvo un atisbo de duda, reaccionando con un paso atrás y tragando saliva.

¿Realmente estaba haciendo lo correcto? ¿Merecía la pena todo aquello con tal de demostrar que no estaba equivocado?

Una vez se pusiese aquella armadura, no habría vuelta atrás, por lo que era algo que debía pensar con más calma.

Defenderé a los demoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora