-¿Huh? –Akira se mostró confuso ante la declaración de Eri.
-¿Quieres que se quede contigo? –le preguntó Derain.
-Así es. ¿Hay algún problema con ello?
-Bueno, realmente no. Siempre y cuando hagamos el registro sobre él y ambos estéis de acuerdo no tengo ninguna objeción. No obstante sabes lo que implica, ¿verdad? Tendrás que responsabilizarte de lo que pueda ocurrir, incluyendo posibles ataques de sus perseguidores.
-Al igual que él, yo también soy una demonio. Tampoco estoy a salvo de que me persigan e intenten capturarme o matarme. No creo que mi vida cambie mucho –dijo mientras esbozaba una sonrisa irónica-. No quiero escapar. Y creo que con esto daré un paso más para enfrentarme a lo que soy.
-Je... –Derain se mostró satisfecho por su respuesta-. Parece que ya los has entendido.
-No estoy seguro de que esto vaya a salir bien, Derain –replicó Akira.
-No te preocupes, Akira. Incluso si Agramón pasa a ser responsabilidad de ella. La chica todavía esta bajo nuestro cuidado. No estará sola para enfrentarse a lo que esté por venir, ¿me equivoco? –el demonio le echó una mirada pícara al chico, quien desvió la suya-. En cualquier caso, todo depende de lo que elija Agramón.
Los tres fijaron la vista en el zorro, quien sentado sobre el suelo de la sala, se sorprendió al sentir la presión de los ojos del resto, bajando un poco la cabeza al principio para luego dirigirla hacia la chica.
-No es como que confíe en cada individuo que acabe de conocer...pero supongo que me sentiría mucho mejor estando con ella...
-¡Agra-chan! –Eri cogió a Agramón y lo abrazó contra su pecho.
-¡Que no me llames así! ¡Y me estás asfixiando!
La joven, haciendo caso omiso de sus palabras, continuó apretándolo contra sí.
-En fin, supongo que entonces ya está decidido, ¿no? –sentenció Derain dirigiéndose a Akira, quien aunque mantenía una expresión sería no mostró ninguna queja.
-Bien, pues hecho esto te agradecería que lo dejases en el suelo, de lo contrario no podré empezar con el registro.
-¡Ah, si! Lo siento –la chica le hizo caso y se separó del zorro, el cual se encontraba algo mareado por la falta de aire.
Derain se agachó hasta situarse más o menos a la misma altura que el pequeño demonio y alargó la mano hasta posarla sobre la cabeza de éste. Poco después la mano del imp comenzó a brillar con una extraña luz blanca que se extendió por todo el cuerpo del receptor.
-¿Qué es lo que le está haciendo? –preguntó Eri.
-Si tuviese que describirlo de alguna forma sería algo así como leerle la mente... –contestó Akira.
-¿Leerle la mente?
-Como ya sabes, el poder de Derain tiene su base en las ilusiones al igual que el tuyo. Pero digamos que se especializa en interferir en la mente de los demás. Como cuando indujo el sueño en los alumnos de nuestro instituto y sustituyó sus recuerdos. Es capaz de introducirse en la mente de los demás y modificar lo que hay dentro de ésta. En el pasado, debido a esto se ganó el apodo de “Dreambuster”.
-E-espera, ¿quieres decir que puede entrar en mi mente y hacer que piense o haga lo que él quiera y cuando quiera?
-No exactamente pero algo por el estilo. En cualquier caso también depende de la fuerza mental del receptor así como otros factores. Ahora mismo no pretende modificar nada, simplemente buscar los datos más relevantes de cara al registro.
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Defenderé a los demonios
ParanormalUna noche, Kasaiga Eri es salvada de ser asesinada debido a que desciende de la raza de los demonios. El nombre de su salvador es Hioni Reima, alguien encargado de defender a los de su especie.