Desde tu llegada

~16~ |Guillermo

Ni bien coloco la mano en la perilla de nuestra puerta principal siento mi sentencia de muerte cada vez más cerca.

No quisieras conocer a mi mamá enojada, créeme.

Estoy nerviosa muy nerviosa y cada rato seco el sudor de mis manos por la remera, antes de girar la perilla la puerta se abre abruptamente.

Mamá me mira furiosa. Gran inicio.

—Adentro, ahora.

Me adentro rápido y trato de esconder mi celular en un intento fallido capaz y si no ve que tengo conmigo...

—Olvídate de esa cosa por un mes y ahora me lo pasas, andando.

Le doy mientras lanzo un suspiro.

—¿Crees que estoy haciendo esto por puro placer Venu Smith?

—No lo sé la verdad.

¿Por qué abrí la boca?

—Observa esto y dime qué piensas.

Me tira su celular y alzo una ceja a la par que sostengo el celular entre mis manos antes de que caiga y se haga pedazos.

Es un video y antes de abrirlo sé de qué va, soy yo en la fiesta de ayer ebria.

—Me mandó mi compañera de trabajo, ¿Sabes lo que se siente despertar y ver esto? Pensé que tenías dos dedos de frente niña.

En el video se ve como lloro al borde de la piscina mientras Montse ríe como loca y yo sólo digo una y otra vez lo siento, lo siento Montse...

No ocurre nada malo hasta que me paro y empiezo a pegar a todos cuantos me observan y graban, bueno eso no es malo tampoco...

Mamá me saca el celular.

—Tienes suerte de que el video no se haya hecho famoso, no sabes lo que tuve que hacer...

—Entonces no es una verdadera amiga.

¡Ay ya cállate!

—¡Estate callada! —Me grita y no puedo evitar encogerme e ir hacia atrás.— Estas castigada por un mes niña, sin aparatos electrónicos y pasarás los días en la casa de la tía abuela Melody.

No, por favor ahí no.

—La ayudarás después del colegio y luego directo aquí niña, nada de salidas ni para tomar aire y si me llego a enterar de que incumpliste algo...

Asiento mientras visualizo mentalmente como este año se va por la basura.

—Y por sobre todo, ni una gota de alcohol, ya no porque de lo contrario te llevaré a alcohólicos anónimos.

Y con eso mi boca se queda tendida y sin fuerza, ¿Alcohólicos anónimos? Ni siquiera me gusta tomar y si ayer lo hice fue por mero despecho, yo no...

—Mamá estás muy equivocada en cuanto a eso, no soy una alcohólica.

Ella me lanza dagas con sus ojos y luego se vuelve a la cocina.

—Será mejor que empieces a ayudar con los deberes de la casa mientras preparo la comida.

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Después de limpiar literalmente toda la casa para no tener tiempo porque no tendría nada que hacer, vuelvo a mi habitación y me doy un largo baño.

El agua cae lentamente pienso en todo lo que estarán haciendo mis amigos y demás.

¿Será que Montserrat logró interesarse por el torneo de poesía?